La Comisión Europea (CE) ha detectado trazas de ADN de caballo en productos etiquetados como vacuno en 193 de las 4.144 muestras analizadas en todos los Estados miembros. Esto supone un 4,66%, ligeramente por encima del 4% detectado en las muestras españolas. Asimismo, los análisis han revelado, de un total de 3.115 muestras, 16 casos positivos de fenilbutazona, un potente antiinflamatorio para caballos.
A estos resultados se suman otras 110 muestras con ADN de carne de caballo, procedentes de un total de 7.951 análisis realizados por la industria agroalimentaria europea, productores, procesadores y distribuidores.
Estos datos confirman que "se trata de un caso de fraude alimentario, pero no de seguridad alimentaria", ha afirmado el comisario europeo de Sanidad y Consumo, Tonio Borg, en un comunicado. Ante este "escándalo de etiquetado", Borg ha destacado la necesidad de "restaurar la confianza de los consumidores" en la cadena alimentaria y en la industria del sector.
Francia y Grecia, países con más productos cárnicos con ADN de caballo
Francia y Grecia son los países de la Unión Europea donde se ha detectado un mayor porcentaje de productos cárnicos etiquetados como vacuno que contenían ADN de caballo, con un 13% en ambos casos.
La Agencia de Control Alimentario de Grecia ha explicado que "los países de origen de la carne bovina sin procesar en la que se encontró ADN de caballo fueron básicamente Rumanía, seguida de Polonia e Italia, mientras que los productos procesados (en los que se encontró equino) habían sido producidos en Letonia, Francia, Rumanía y Holanda".
España ya comunicó este lunes a la CE el hallazgo de ADN equino no etiquetado en el 4% de las 189 muestras tomadas en productos etiquetados como vacuno. En el transcurso de estos análisis no se ha detectado ningún positivo por fenilbutazona, cuyo suministro está prohibido para los animales destinados al consumo humano.