La microbiota intestinal en perros y gatos desempeña un papel fundamental en su salud, al igual que en los humanos. Estos microorganismos beneficiosos, en su mayoría bacterias, que viven en el intestino contribuyen a realizar la digestión y a la producción de vitaminas. Además, ayudan al sistema inmunológico, fortaleciendo las defensas naturales del organismo y ejerciendo como barrera protectora frente al crecimiento de bacterias dañinas, según un estudio publicado en 'Frontiers in Veterinary Science'.
Cuando la microbiota intestinal se desequilibra –disbiosis–, canes y felinos son más propensos a desarrollar problemas de salud, como trastornos intestinales (síndrome inflamatorio intestinal), alergias, problemas de piel, obesidad o trastornos metabólicos.
Aunque no siempre está claro si la disbiosis es la causa o la consecuencia de estas patologías, estudios como ‘Caracterización molecular-filogenética de los desequilibrios de las comunidades microbianas en el intestino delgado de perros con enfermedad inflamatoria intestinal’ coinciden en que mantener una microbiota equilibrada es crucial para prevenir complicaciones y mejorar la calidad de vida de las mascotas.
Una de las dolencias que más afectan a perros y gatos y que suponen hasta un 20% de las visitas a las clínicas veterinarias son los problemas gastrointestinales, entre los que destacan las diarreas. En casos severos, estas patologías pueden provocar deshidratación y complicaciones graves.
Cuando la microbiota intestinal se desequilibra –disbiosis–, canes y felinos son más propensos a desarrollar problemas de salud, como trastornos intestinales (síndrome inflamatorio intestinal), alergias, problemas de piel, obesidad o trastornos metabólicos
Sin embargo, el uso de antibióticos, que tradicionalmente ha sido el tratamiento principal para estas dolencias, está cada vez más cuestionado debido a su impacto sobre la salud y la alteración de la microbiota intestinal. En este contexto, su cuidado se posiciona como una alternativa prometedora para tratar a perros y gatos con patologías gastrointestinales.
Alimentación
El principal factor que puede alterar la microbiota es la alimentación. Los alimentos ricos en fibras prebióticas, como la inulina o los fructooligosacáridos, favorecen el crecimiento de bacterias beneficiosas en el intestino. Además, los probióticos, microorganismos vivos que refuerzan la salud intestinal, son cada vez más comunes en las dietas diseñadas para mascotas con problemas digestivos.
Según FEDIAF (European Pet Food Industry Federation), España cuenta con más de 9,3 millones de perros y 5,8 millones de gatos en hogares, lo que destaca la relevancia de cuidar a estas mascotas, miembros importantes de las familias. Un informe de 2024 apunta que los dueños invierten en promedio hasta 45 euros al mes en alimentación, con un enfoque creciente hacia productos que favorezcan la salud y el bienestar de sus animales.
Además, el interés por alternativas más naturales para tratar patologías refleja un cambio de mentalidad entre los propietarios de mascotas. Mientras que la industria alimentaria innova constantemente, los veterinarios y expertos en nutrición animal destacan la importancia de concienciar a los dueños sobre el papel crucial de la microbiota en la salud de sus mascotas.