La Guardia Civil ha hecho un llamamiento a la colaboración ciudadana a través de Twitter para encontrar pistas de la persona que ha dejado salchichas con alfileres en zonas verdes de Villaralbo (Zamora) con la finalidad de matar perros al ingerirlas.
La aparición de las salchichas, denunciada por vecinos de este municipio ubicado a cinco kilómetros de Zamora, ha tenido lugar la pasada semana después de que en los últimos cuatro años también se hayan denunciado otros tres casos similares en distintos barrios de la capital zamorana, tal y como recoge la agencia Efe.
La Guardia Civil ha pedido que se tomen estos casos como "tentativas de delitos"
Las salchichas, que no llegaron a comer ningún perro, aparecieron en un jardín público del casco urbano de Villaralbo en el que se encontraron hasta cinco trozos de salchicha que escondían alfileres en su interior. Ahora la Guardia Civil ha difundido a través de su cuenta oficial en Twitter una fotografía con las salchichas y un mensaje en el que pide que si alguien conoce a "quien puso las salchichas con alfileres para matar perros" se ponga en contacto con el Seprona de la Guardia Civil a través del teléfono 092.
Fuentes de la Subdelegación del Gobierno han indicado que en los días laborables de esta semana no han tenido conocimiento de ningún otro caso como el ocurrido la pasada semana en Villaralbo. La presidenta de la asociación Defensa Animal Zamora (DAZ), Miriam García, ha aplaudido en declaraciones a la agencia Efe la actitud de la Guardia Civil ante estos casos, que supone "un cambio de postura muy alentador".
También ha pedido que este tipo de situaciones "se tomen como lo que son, tentativas de delitos", ya que lo más probable es que si un perro o un gato ingiere el trozo de salchicha con la alfiler muera. La responsable de DAZ ha recordado que el primer caso de salchichas con alfileres se detectó en el barrio de Los Bloques de Zamora hace cerca de tres años y medio.
Hace dos años también se encontraron salchichas con alfileres en una zona verde del barrio de Pinilla y hace unos meses en el entorno de la playa fluvial de los Pelambres de la capital zamorana, sin que en ningún caso se haya descubierto al autor.