Robert Allen Zimmerman nació en la ciudad de Duluth, estado de Minesota (EEUU) el 24 de mayo de 1941, en plena segunda guerra mundial. Es hijo de Abram Zimmerman, trabajador de la industria petrolera, y de su esposa, Beatrice Stone. Su padre procede de judíos rusos que escaparon a EEUU de la persecución antisemita de Rusia, a principios del siglo XX. Su madre, a su vez, es descendiente de judíos lituanos, kirguises y turcos

Todo empezó como una apuesta entre un grupo de investigadores suecos para introducir citas del cantautor en sus trabajos. Un nuevo estudio muestra el alcance de la broma: las citas a Dylan han crecido exponencialmente desde 1990.

Hay cosas imposibles de olvidar. En este caso toda la canción lo es, pero el principio, los primeros segundos de ‘Like a rolling stone’, anticipan algo que durante seis minutos y nueve segundos es capaz de cambiar la vida de una persona. Uno puede haber escuchado esta canción miles y miles de veces, pero su magia reside en parecer joven, nueva, y dispuesta a ser amada cada vez que se vuelve a enfrentar a ella.

Más allá de la importancia capital en la cultura popular de toda su obra, Bob Dylan, a sus 73 años, continúa generando noticias a su alrededor por su faceta creadora. Como músico en plena actividad que es, no sólo su obviamente interminable Never Ending Tour que le lleva de concierto en concierto por medio mundo en una gira que parece que vaya a durar hasta el punto final, sino que su amplísima discografía y bibliografía sigue aumentando. Vayamos por partes.

Que vivimos épocas de recuperaciones es algo incuestionable. Clásicas bandas de rock que vuelven por donde solían, reuniones hace años consideradas totalmente improbables, rescates de músicos olvidados y luego, como el eterno añadido, la posibilidad de volver a ver a los Rolling Stones sobre un escenario. Nada, nada, a la vejez, ya se sabe.

Es la magia de la música, de las canciones, de las pasiones. Un artista como Bob Dylan, creador de alguna de las más bellas obras del arte popular de los siglos XX y XXI, eterno candidato al premio Nobel de Literatura, icono para diferentes generaciones y en diferentes escenas, del folk al rock’n’roll, del country al blues, se convierte en objeto de estudio y de análisis para los universitarios.