El presidente de la Generalitat ha reprochado al Gobierno ser heredero de aquellos que persiguieron la cultura catalana" quienes, en su opinión, no contribuyeron a que "el reconocimiento de patrimonio inmaterial se logre". Será gracias a "aquellos que mantuvieron la fiesta en tiempos difíciles, cuando editar un libro en catalán era un riesgo económico y personal, cuando se tenía que imprimir clandestinamente", ha señalado.