La princesa de Mónaco murió joven, hace ya 33 años y desde entonces no ha existido ninguna mujer que encarne todo lo que ella representa. Sin saberlo, Grace Kelly se convirtió en una de las actrices más bellas de la época, fue la musa de Alfred Hitchcock, se convirtió en un icono de la moda y fue una madre y princesa ejemplares. Sin embargo hay dos féminas que tratan de seguir sus pasos de cerca: Carlota Casiraghi, Charlene, la mujer del príncipe Alberto y Beatrice Borromeo, casada con Pierre Casiraghi.

El mito de Grace Kelly continúa vigente después de más de 30 años desde su muerte. La historia de la guapa y elegante actriz, ganadora de un Oscar, musa de Alfred Hitchcock, que abandona su prometedora carrera para convertirse en la princesa Grace de Mónaco y fallece trágicamente en un accidente con apenas cincuenta años es algo difícil de olvidar. Su paso por Hollywood, su vida en el Principado, su papel de madre, los rumores sobre su matrimonio, sus tentaciones de volver a Estados Unidos… cada aspecto de su vida fue noticia y sigue siéndolo todavía. La actriz ha vuelto ahora a Filadelfia, su lugar de nacimiento, gracias a la exposición From Philadelphia to Monaco: Grace Kelly - Beyond the Icon, una recopilación de más de cien objetos de la actriz que tratan de mostrar cómo fue su vida más allá de los focos.