La naturaleza de la materia oscura (no emite ni absorbe luz) es uno de los mayores misterios. Lo único que sabemos con certeza es que existe en enormes cantidades en el cosmos
Un nuevo cálculo indica que los efectos de las ondas gravitacionales serían demasiado pequeños como para que los detectores revelen el efecto de la materia oscura, aunque quizá no en el caso de las ondas del universo primitivo.
El análisis de las curvas de rotación de 30 galaxias ofrece resultados consistentes con la existencia de un halo de materia oscura que interactúa consigo mismo en la región interior de estas galaxias.
Para explicar algunas discrepancias en las mediciones del fondo cósmico de microondas un grupo de investigadores maneja la hipótesis de que en nuestro universo haya ahora hasta un 5 % de materia oscura menos de la que había 378.000 años después del Big Bang, en la llamada era de la recombinación
Su trabajo pionero permitió determinar que más del 90% del universo está compuesto por esta sustancia impalpable, además de explicar su papel en la rotación de las galaxias.
Un equipo de investigadores descubre que los efectos de lente gravitacional son una aproximación muy buena a la presencia de materia oscura. El hallazgo puede poner de relieve la influencia de la materia oscura en la distribución de la materia visible.
Un equipo de científicos presenta nuevas ideas que permitirían construir detectores con sensibilidad suficiente para detectar partículas de materia oscura.
Un equipo de físicos elabora un modelo en el que los efectos de la materia oscura son provocados por agujeros negros primordiales que giran uno alrededor del otro como los detectados por LIGO. Aún faltan pruebas, pero es un punto de vista interesante.
En julio de 2012 el CERN confirmó la existencia del bosón de Higgs gracias a las colisiones protón-protón que se desintegraban bien en dos rayos gamma o en dos bosones Z. Pero el Higgs también puede desintegrarse en partículas invisibles, que podrían responder a lo que se ha dado en llamar “una nueva física” (como la materia oscura).
Científicos de Harvard proponen la existencia de un disco de materia oscura en la galaxia que estaría perturbando las órbitas de los cometas. El movimiento del Sistema Solar respecto al disco provocaría perturbaciones cíclicas que habrían conducido a las extinciones.