Hay 4 millones de hogares con pobreza energética y, a más de medio millón de ellos, las compañías les cortaron el servicio en 2014. Pero todo ha cambiado con la irrupción de Colau y Carmena, y sus planes urgentes de choque para evitar más cortes de suministro. Las grandes eléctricas quieren anticiparse a las futuras alcaldesas y lanzarles un guiño: revisarán con lupa los impagos y se mostrarán más flexibles.

Rajoy cierra el año defendiendo su bondad al subir la luz 'sólo' un 2,3%, salvando al país del 11,5% que hubiera acarreado la subasta; dice que no habrá déficit de tarifa en 2014, que conseguirá el año que viene que España no sea el tercer país de la UE con el recibo más caro, que sus ajustes en el sector energético se han hecho por el "interés general" y que comienza la recuperación económica. Ninguna de estas afirmaciones se corresponde con la realidad.

El Gobierno ha sacado adelante una polémica reforma eléctrica que no ha atacado el gran problema de fondo: la formación de los precios y la especulación financiera sobre los costes de la electricidad. La consecuencia: el manejo interesado de los brokers y las eléctricas, principalmente extranjeras, han disparado un 30% la subasta de hoy, lo que se traducirá en una subida del 12% en el recibo de la luz el 1 de enero.