La crisis del coronavirus ha provocado la suspensión de fiestas populares como las Falla, los Sanfermines, la Feria de Abril, la Tomatina o el Rocío, lo que implicará un notable impacto en la economía española
Siete camiones cargados con tomates "supermaduros" procedentes de las localidades de Xilxes, La Llosa, Moncófar, Almenara, Benicarló y Hellín proporcionarán la "munición" a los participantes
La Tomatina vuelve el 31 de agosto en el municipio de Buñol (Valencia), pero no lo hace como cada año (desde hace 70), sino que amplía la seguridad y la vigilancia para que los sus asistentes puedan disfrutar de una fiesta segura y sin altercados.
La “Tomatina” de Buñol, una de las fiestas más internacionales y populares de nuestro país, que tiene lugar todos los años, desde hace más de 50, el último miércoles de Agosto, se celebra este año por primera vez en el entorno digital y con un fin solidario, gracias al acuerdo entre Orlando y el programa solidario “1 Kilo de Ayuda”.
No todos tienen la oportunidad de experimentar en primera persona una de las tradiciones más divertidas (y pringosas) de España. No obstante, gracias a las redes sociales, ahora es más fácil hacerse una idea de cómo se vive un festival como el celebrado en Buñol desde dentro.
Los organizadores han sacado a la venta 15.000 entradas, con un precio básico de 10 euros, de las que se han vendido todas. El consistorio se reservó 5.000 entradas para los vecinos de Buñol que han accedido al recinto sin pagar.
Unos 500 participantes, a un precio medio de 50 dólares, han disfrutado este fin de semana en Virginia de la versión americana de los encierros de San Fermín y la Tomatina de Buñol. En Texas, Florida o California también se lo plantean.