Amazfit, un clásico de los relojes inteligentes, ha lanzado hace unas semanas su nuevo GTR, una saga que es ya un clásico del fabricante. El Amazfit GTR4 es un reloj con un diseño cuidado, mucha autonomía y capaz de medir variables como la localización, el estrés, la altitud y muchas cosas más, a las que hay que sumar el estrés, un estado que está presente en la mayoría de los últimos relojes inteligentes lanzados al mercado.
A caballo entre categorías de relojes como por ejemplo el Fitbit Versa 4 o incluso el Fitbit Sense 2, ofrece un mix interesante entre deporte y estilo de vida a un precio de 199 euros. En esta edición, la apuesta deportiva sube hasta las 150 disciplinas. Como novedad, incluye una para que los gamers puedan monitorizarse mientras juegan (pulsaciones, estrés, movimientos, etcétera).
La carencia en este sentido es la de siempre, y que es tónica habitual en los relojes chinos: no incluye la posibilidad de hacer seguimiento en el caso del pádel, un deporte muy extendido. Sorprende, sobre todo, porque algunos de estos relojes sí incluyen disciplinas como el kayak o los dardos. Es kafkiano.
Sí nos ha parecido interesante la detección automática de ejercicios de fuerza, aunque el algoritmo necesita una vuelta de tuerca más para ser preciso al 100%. Hay ocasiones en las que se confunde con situaciones normales del día a día, como por ejemplo al coger una mochila o las bolsas de la compra. Pero se ha dado un paso, repetimos, interesante. Y es algo que se puede solucionar vía actualizaciones. Por no hablar de que esto se solventa iniciando manualmente la actividad. Con este movimiento, Amazfit quiere orientarse a los usuarios de gimnasio. Esta opción, además, refleja tras el entrenamiento los grupos de músculos que se han trabajado durante el entrenamiento.
Otra de sus virtudes es la capacidad de importar y seguir rutas. Eso sí, si estás esperando que la navegación sea al estilo de Google Maps, olvídate. Todo se circunscribe al seguimiento a través de un trazado de una única línea, sin el fondo de mapa habitual. A pesar de ello, seguir tracks es relativamente sencillo y natural. Se agradece la integración de esta posibilidad
Buen GPS
Mención especial para el GPS. Va francamente bien. Es de doble banda, sistema que otorga una mayor precisión en el posicionamiento. El Amazfit GTR4 tiene una pantalla de 1,43 pulgadas de tamaño en formato circular, con una resolución de 466x466 píxeles. Muy razonable. Como es habitual en los modelos de la marca, la navegación por la misma es fluida y la información se muestra con nitidez.
La autonomía sigue siendo uno de sus puntos fuertes. La marca asegura que alcanza las dos semanas de uso continuado. Nosotros, con tres ejercicios de por medio, hemos llegado sin problema a los 6 días de uso. Cifra muy razonable si se tiene en cuenta que ha sido utilizado de forma intensiva, con notificaciones habilitadas y sin apagar por la noche. Con un uso normal hemos alcanzado sin problema los doce días.
Otra de sus virtudes es la capacidad de importar y seguir rutas. Eso sí, si estás esperando que la navegación sea al estilo de Google Maps, olvídate. Todo se circunscribe al seguimiento a través de un trazado de una única línea, sin el fondo de mapa habitual. A pesar de ello, seguir tracks es relativamente sencillo y natural. Se agradece la integración de esta posibilidad.
En el apartado de conectividad, incorpora Wifi y Bluetooth. Permite inmersiones -mide natación- de hasta 50 metros y lleva acelerómetro, sensor biométrico BioTracker 4.0, sensor de presión atmosférica, giroscopio y sensor magnético. Mide 46 x 46 x 10,65 milímetros y pesa 34 gramos.