Profesionales de la compañía han trabajado con denuedo las veinticuatro horas del día desde que se produjo el ataque para que todo vuelva a la normalidad cuanto antes.
El operador ha establecido una forma de proceder para los propietarios cuyos equipos fuesen infectados en el ataque del pasado viernes-
En primer lugar, el operador pide normalidad, y manifiesta que "todos los equipos fueron verificados". Invita a sus trabajadores a que se sienten en su puesto de trabajo y, en el caso de que sus ordenadores no se encuentren en el lugar en el que los dejaron el viernes, esperen a que un técnico acabe de arreglarlos y los deje en su sitio.
Aquellos otros trabajadores que sí los tengan, deberán encenderlos, tanto si son equipos de sobremesa como portátiles, y conectarlos a la red corporativa, vía cable o Wifi, según convenga.
En el caso de que se detecte alguna anomalía en el funcionamiento, el operador pide que se "contacte con el responsable de equipo o responsable técnico disponible en cada planta, quien dará las instrucciones correspondientes".
Por último, en el protocolo el operador agradece a sus empleados la colaboración para que la vuelta a la normalidad sea "lo más efectiva posible" y pide ayuda para que el mensaje "sea difundido por todos los trabajadores de la compañía.