El mercado de la telefonía móvil ha tocado techo. Y si no lo ha tocado, poco margen queda, pero los operadores móviles tienen todo un mercado por delante después de años conectando a personas: el mercado de la conexión de objetos.
Hablamos de Internet de las Cosas (IoT), tecnología ya utilizada, por ejemplo, en máquinas de vending que saben cuándo avisar al reponedor o en calefacciones que se apagan automáticamente cuando la temperatura sube de determinados grados. Todo esto se hace mediante estos sensores, que incorporan una SIM para comunicarse, y que son una nueva vía de negocio para los operadores.
Vodafone se ha adelantado a sus competidores y ha lanzado comercialmente Narrow Band (NB-IoT), una modificación tecnológica de IoT que dota a los sensores de la posibilidad de comunicarse bajo tierra o en zonas con poca cobertura, y que está pensado para su uso en Smart Cities.
En cuanto a los otros dos grandes operadores, Telefónica prepara junto a Huawei el lanzamiento de este tipo de servicios próximamente y desde Orange tampoco esconden su interés por este nuevo sector de negocio, aunque parecen menos apremiados.
En el caso de Telefónica, fuentes de la compañía creen que es demasiado pronto para ofrecer servicios comerciales basados en NB-IoT porque consideran que el servicio no está aún maduro para lanzamientos masivos, tras diversas pruebas realizadas con fabricantes involucrados en IoT como Nokia, Huawei, Ericsson o ZTE y otros clientes del operador. Acorde con estas pruebas, desde Telefónica aseguran que hacen falta aún varios meses para ofrecer estos servicios con garantías. La apuesta de Telefónica en este sentido se centra en LPWA (Lower Power Wide Area Networks), y no tanto en NB-IoT.
100 millones de nuevos dispositivos
De esta forma empresas de Valencia y Madrid ya pueden conectar dispositivos utilizando NB-IoT. Las ciudades de Barcelona, Bilbao, Málaga y Sevilla lo podrán hacer en las próximas semanas como parte de este despliegue a nivel nacional, según el operador, que espera que haya más de 1.000 sitios móviles que soporten NB-IoT para finales de marzo.
Cada sitio puede soportar más de 100.000 dispositivos, lo que significa que la operadora tendrá pronto la capacidad de incorporar 100 millones de nuevos equipos a Internet de las Cosas.
Baterías que duran años
Se trata de la tecnología ideal para el desarrollo de Smart Cities y Smart Utilities, que viene a acabar, además, de con dos problemas. Por un lado, con el de la cobertura en sitios con poca señal o bajo tierra, y por el otro con el de la duración de las baterías. Todo dispositivo conectado debe alimentarse de una pila, y esto es un problema a la hora de recargarlo, ya que muchos de estos equipos se encuentran en lugares de difícil acceso. Esta nueva generación de IoT promete en algunos casos hasta 10 años de duración con la misma batería.
Una tecnología muy interesante que se utilizará para conectar, por ejemplo, contadores de gas y agua, contenedores inteligentes, alarmas de incendio, parquímetros, semáforos y un sinfín más de elementos de las ciudades inteligentes.