Las tres marcas que más teléfonos móviles venden, Samsung, Huawei e iPhone se baten el cobre en el mercado de las cámaras, uno de los elementos con mayor peso cuando el usuario piensa en adquirir el móvil.
En el caso de Samsung, la coreana ha apostado para su cámara principal por un objetivo de 12 megapíxeles de calidad y 1,7f de apertura focal. Hay que recordar que es este parámetro el que permitirá hacer buenas capturas en entornos con poca luz. En el caso del iPhone 7 Plus, lleva una doble cámara de 12 megapíxeles y aperturas de 1,8f y 2,8f por cada objetivo. El Huawei P10 lleva también dos lentes firmadas por Leica, con calidades de 20 y 12 megapíxeles, siendo el que más resolución ofrece de los tres.
Hay que tener en cuenta que el número de megapíxeles, no es determinante a la hora de sacar mejores o peores fotos, pese a lo que se tiende a pensar. Lo que es especialmente interesante es la apertura focal, que permitirá, gracias a la mayor o menor entrada de luz, que las fotos en ambientes poco iluminados sean nítidas. También es un elemento prioritario el sensor, así como el estabilizador de la cámara, entre otros elementos.
También hay que tener en cuenta el software, que será el que brinde la intensidad a los colores, el realismo a las fotos, o el exceso o defecto cromático, además de corregir las fotografías y ayudar a su definición.
En el caso de los tres equipos estamos hablando de cámaras con las mejores calidades y componentes del mercado, pero vayamos a la prueba práctica. Lo primero que hemos hecho es realizar una fotografía en exteriores, con elementos de una alta intensidad cromática.
En el montaje se aprecia un mayor contraste en el iPhone 7 Plus y el Huawei P10. Este último es especialmente intenso cuando hablamos de imágenes con mucha carga cromática. En el caso del Samsung S8+ los colores son más pálidos, más reales. El iPhone 7 da mucho peso a los negros y blancos, lo que define, en ocasiones demasiado, las fotografías.
Las fotografías en interiores o en espacios con poca luz son determinantes. La tecnología ha alcanzado un punto en el que las fotos con luz son muy similares en calidad si hablamos de equipos de gama media-alta o alta. Una buena cámara se diferencia de otra por lo que es capaz de hacer cuando hay peor iluminación. Veamos cómo se comportan en espacios interiores.
Una vez más, Apple pone de relieve el fuerte contraste entre negros y blancos. Si nos fijamos en la torre de sonido de la parte de atrás de la maceta, comprobaremos que es posible diferenciar el relieve y los elementos mucho mejor en el caso de las fotografías hechas con el Samsung S8+, que sale ganador en este apartado, con un equilibrio cromático muy real y una mejor definición de los elementos fotografiados.
Veamos lo que sucede con los selfies, otro de los aspectos que los usuarios tienen cada vez en mayor consideración.
Se repite el mismo patrón anterior. La foto más realista es la del S8+, aunque la imagen atesora una gran calidad en el caso de los tres equipos, cuyas cámaras delanteras son capaces de captar imágenes nítidas en interiores. No nos ha gustado el efecto bouquet (fondo desenfocado) del Huawei P10, que es realizado a través de software, en ningún caso jugando con las lentes. Es demasiado exagerado, llegando incluso a 'manchar' el contorno del rostro o el pelo de quien es motivo de la foto.
El iPhone 7 Plus ha mejorado el apartado de selfies en la cámara, incluyendo también el modo bouquet y ajustes en el software para sacarle partido a su lente de 7 megapíxeles y 2,2f de apertura. El Samsung S8+, por su parte, lleva un objetivo de 8 megapíxeles y 1,7f de apertura, por los 1,9f del Huawei P10, cuya lente frontal ha sido también fabricada por Leica.