Se acaba de presentar un estudio en el que se analiza el presente y futuro del Canon Digital, ya saben, esa tasa que Bruselas tumbó hace tiempo pero que el Ejecutivo de Mariano Rajoy recuperó en el pasado mes de julio con algunos matices.
Antes el pago del Canon, que se utiliza para compensar a los creadores por las obras que copian quienes poseen sus discos, películas o libros, iba a cuenta de los presupuestos generales del estado. Ahora la clavada se al adjudican a fabricantes de tecnología -móviles, televisores, tablet, ordenadores...-. Pues eso, que los Apple, Philips, Samsung, Huawei, HP o Panasonic pagan la factura. Vamos, que la pagamos usted y yo porque se repercutirá el pago del Canon Digital en el precio del producto.
El caso es que el informe, mandado elaborar por DigitalEurope, la asociación que representa a la industria tecnológica en Europa, y Eurimag, su homóloga para la industria de la imagen y la impresión en el viejo continente, dice que el Gobierno va a recaudar más que el perjuicio que se causará a los creadores, asegura que en 2016 esta compensación debería haber sido de 7 millones de euros. Las estimaciones del estudio aseguran que se recaudarán 72 millones de euros. Vaya, otra vez que el Gobierno calcula de más. Vaya, y otra vez que el bolsillo que gana con su equivocación es el suyo.
Es cierto que el informe ha sido mandado realizar por quien ha sido mandado realizar, pero no es menos cierto que quien más y quien menos utiliza HBO, Netflix o Spotify. Y esto ha hecho que no se necesite copia privada. La culpa de todo no la tiene Yoko Ono. La tiene el streaming, bendita palabra, esa, que permite ver en cualquier sitio o dispositivo con conexión a Internet un contenido.
Quién sabe, a lo mejor los fabricantes vuelven a llevar el caso a los tribunales. Y quizá Bruselas lo tumbé otra vez. Y la historia se repetirá por enésima vez.
Se acabó grabar un DVD de música para ese viaje a Asturias. Mejor conecto por bluetooth mi móvil a la radio del coche y que Spotify haga el resto. Los datos del estudio son concluyentes. Menos del 1% de las 3.000 personas que forman parte del mismo reconoce haber copiado alguna película o serie el año pasado, un 1,6% ha hecho lo propio con la música y un 2,3% con los libros. El Gobierno debería hacérselo mirar.
Mi abuelo solía decir que prestase atención a los pequeños, que a los grandes se les veía venir. Los pequeñitos guardan más sorpresas. Proponía en la presentación del informe el presidente de la Asociación de Internautas, Miguel Pérez, un sistema retributivo más justo, a su juicio. Que el pago sea directo al propietario de los derechos.
La idea me seduce, más que por su justicia, que también, porque sería el una palada de tierra más sobre las entidades que gestionan derechos de autor en este país. No hay intermediario que no gane por intermediar. Ni poseedor del derecho a intermediar que pierda dinero con cada gestión. Mariano Rajoy dio en su día a la Asociación de Internautas su visto bueno a esta iniciativa. Al final dijo una cosa pero hizo otra. A falta de los datos reales, parece, una vez más, que este 'renovado' Canon Digital también levantará ampollas.
Quién sabe, a lo mejor los fabricantes vuelven a llevar el caso a los tribunales. Y quizá Bruselas lo tumbé otra vez. Y la historia se repetirá por enésima vez. Y vuelta a empezar.