A rey muerto, rey puesto. La guerra abierta entre Ametic, la patronal del sector tecnológico, y los operadores de teléfono ya tiene algunas consecuencias. La primera de ellas es la creación de un nuevo lobby impulsado por Telefónica, Orange y Vodafone. Las tres compañías ya han iniciado conversaciones para poner en marcha otra patronal que abrirá las puertas a el resto de grandes empresas que abandonaron Ametic en los últimos meses.
Los operadores quieren crear esta asociación "basada en el mismo planteamiento de voto que se quería para Ametic", aseguran fuentes de toda solvencia consultadas por Vozpópuli. A saber: en lugar de una empresa un voto, quieren que el sufragio tenga un peso diferente en función del tamaño de cada compañía y de su aportación a la patronal.
Hay que recordar que cada empresa disponía de un único voto, dando igual el tamaño y aportación de cada empresa. Ametic estaba compuesta antes de las diferencias de unas 30 grandes compañías frente a unas 270 empresas de un peso considerablemente menor. Por este motivo los grandes tachaban el sistema electoral de descompensado.
La nueva patronal quiere que el voto tenga más o menos peso en función del tamaño de la empresa y su aportación a la patronal
Precisamente este fue el mayor aspecto de discordia con Ametic, hecho que provocó que además de los operadores antes citados empresas de la talla de Indra, HP, Cisco o Euskaltel abandonaran el lobby. En total, unas 30 grandes corporaciones han dejado de formar parte de Ametic en los últimos meses.
La nueva asociación estará en funcionamiento, en "cuestión de semanas". Otro de los ángulos que ya se trata en las conversaciones es la necesidad de poner sobre la mesa los candidatos a presidir la nueva patronal.
El proyecto se conoce después de que hace dos días Ametic lanzase un duro comunicado contra las empresas que desde la patronal tildan de "rebeldes". Fuentes consultadas por este diario aseguran que el comunicado no estuvo consensuado con todas las empresas que actualmente conforman la patronal y que esto ha dejado malestar en algunas de ellas.
Volviendo la vista un poco más atrás, el martes pasado Ametic sometió a voto la propuesta de modificación electoral que querían las grandes empresas en asamblea, pero un 80% de los miembros de la patronal se posicionaron en contra de modificar el sistema de voto. Este parece ser el último desencadenante que ha provocado que los operadores decidan poner en marcha una nueva patronal.
"Honestamente pensamos que no debe tener, con todos los respetos, el mismo peso una pequeña empresa que un fabricante o un operador con miles de empleados y un peso en el mercado muchísimo mayor", aseguran desde los grandes operadores españoles. Manifiestan, además, que "estaban en una patronal equivocada y monopolística", en clara alusión al hecho de que al final la mayoría de las empresas de Ametic, de un tamaño mucho menor que los grandes operadores y fabricantes, tuvieran tanto poder de decisión con ese formato de voto.
Una posición encontrada con Ametic, que considera que de haberse aprobado en los estatutos la modificación en la forma de votar propuesta por los grandes la patronal sí que se habría convertido en "un monopolio". Además, Ametic también ha manifestado su descontento por el "linchamiento mediático" alentado desde los operadores y grandes empresas que provocaron que José Manuel de Riva, enfrentado a los operadores y hoy presidente en funciones de la patronal, renunciase hace unos meses a ser reelegido.
Y es que en cuestión de semanas se producirán unas nuevas elecciones de las que saldrá el máximo responsable de una Ametic que será muy distinta a la de hace solo unos meses.
La viabilidad de Ametic
La aportación que los tres grandes operadores hacían anualmente a Ametic era de unos 130.000 euros. Desde la asociación reconocen "no saber qué va a pasar en el futuro aunque la intención obviamente es seguir adelante".
Sin embargo, trabajadores de la empresa consultados por Vozpópuli creen que habrá consecuencias. "Las aportaciones de las compañías que se han marchado eran de peso y tenemos miedo a que haya despidos". Y es que la aportación de las compañías que han abandonado Ametic supone la cuarta parte de todo el montante recibido por las cuotas anuales que pagan sus socios, cifra que rondaría el medio millón de euros anual.