-¿Viste lo de anoche? Qué fuerte, qué fuerte, qué fuerte.
-Tranquilízate y dime de qué me hablas.
-De la gala de La casa fuerte.
-Espera, ahora te llamo, quiero informarme antes.
Colgar el teléfono así, de súbito, no es algo demasiado agradable. Pero necesitaba hacerlo. Busqué información al respecto. Y la encontré porque en todos los periódicos se hablaba del tema. "Eres tonto, repugnante y mala persona". "En mi vida me he echado a la cara persona más mierda que esta". "Mentiroso de mierda". "Si le veo por la calle le escupo". Estas son solo algunas de las afirmaciones que se escucharon el pasado jueves en la gala de un programa que, si usted está en su sano juicio, seguramente no habrá visto nunca. Pero como dos millones de personas, entre ellos mi amiga enfurecida, asistieron este jueves al espectáculo de Telecinco, devolví la llamada a mi amiga enfurecida.
-Ya estoy aquí otra vez.
-Qué brusco has sido.
-Perdona. El caso es que he leído un par de crónicas sobre lo que ocurrió. Por más que lo pienso, no salgo de mi asombro.
-¿Y qué es lo que tanto te ha asombrado? Imagino que te refieres a lo de Mahi, que claro, perdió los nervios con Tom. Su alianza con Isa y Asraf es tremenda.
-¿Quiénes son esas personas de las que hablas?
-Los concursantes. ¿Quiénes van a ser?
-Ah, vale, no, a mí lo que me asombra es otra cosa. Querría saber qué es exactamente lo que le gusta a la gente de este programa. A ti, por ejemplo, ¿Qué te atrae?
-Ya estamos como siempre. Lo que me atrae es que me divierte, me entretiene, me sirve para desconectar de mi jefe, de mis problemas o de nuestros políticos. Me río y no me lo tomo en serio, como la enorme mayoría de la gente que lo ve. Es pasar el rato. En el fondo, son unos personajes que es como si actuasen. No es tan horrible, chico.
-Sí, ya, eso me lo has dicho muchas veces. Pero en concreto, ¿Qué te gusta de La casa fuerte? No puede ser el concurso en sí mismo, porque en este caso ni siquiera la mecánica está clara. O sea, esto está hecho única y exclusivamente para generar controversias, insultos y delirios varios en prime time. Ergo imagino que lo que te gusta es ver cómo se insultan y cómo deliran y cómo pierden los papeles.
-Podría decirse que sí, porque forma parte del espectáculo.
-En buena lógica, lo que te gusta es ver que una concursante llame a otro "repugnante" o que pierda los nervios y grite o que ridiculice a ese oponente en directo. Esas cosas, vamos. Dicho de otra manera, las repugnancias triunfan. El conflicto siempre ha sido interesante.
-Otra vez exagerando. Otra vez machacando al que ve cosas así. Eres un faltón.
-No te pases, digo yo que faltones serán esos concursantes. Y, por cierto, ¿de dónde los sacan? Son como una plaga, cada vez hay más de estos seudo-famosos.
-Por mucho que bromees, te digo que la gente también está acostumbrada a ver otros programas peores. Como esos de los debates que tanto os gustan a los periodistas y que aburren a las ovejas. ¿Preferirías que la gente viera todo eso?
-Si está bien hecho y sin sectarismo, cosa difícil, sí, lo prefiero.
-Vas listo. La gente quiere diversión, te lo digo siempre.
-Mira, ahora que me acuerdo, hace unos meses, justo antes de las vacaciones, ya hablamos de este programa. Te dije, y lo mantengo, que lo trágico no es que esto de La casa fuerte exista, sino que encandile a dos millones de personas. Que sea lo más visto de la noche del jueves.
-Igual es que no hay alternativas buenas.
-Hay unas cuantas, eso te lo aseguro. Y más con todas las opciones que ofrecen las plataformas de pago.
-Bueno, te dejo, que tengo que hacer cosas. Y esta noche, para tu información, veré el Deluxe.
-Feliz fin de semana.