Este 2024 puede convertirse en el año con más casos de violencia vicaria en España. En 2017 ocho menores fueron asesinados en un contexto de violencia de género. En lo que llevamos de año ya van siete, por lo que en estos cuatro primeros meses se habría alcanzado la misma cifra que en todo 2015, 2018 y 2021.
En más de la mitad de los 57 casos que forman parte de las estadísticas, el agresor se suicidó tras perpetrar el crimen. En la mayoría de los casos, el asesino era el padre del menor.
Hay que tener en cuenta que no todos los casos de muertes de menores a manos de sus padres son violencia vicaria. Para que se considere como tal debe existir un contexto de violencia machista. Es decir, que el otro progenitor sea víctima de maltrato por parte de su pareja o expareja.
En España estos tipos de casos se empezaron a contabilizar en 2013, pero no fue hasta 2021 cuando se aprobó la Ley Orgánica de Protección Integral a la Infancia y la Adolescencia frente a la violencia.
Esta normativa establece que cuando haya indicios fundados de que los menores conviven en situaciones de violencia de género se podrá pedir la suspensión del régimen de visitas y la custodia de los padres denunciados.
Sin embargo, hay algunas lagunas en la aplicación de la ley. Por lo que la pregunta es: ¿Qué está fallando?
El 061 atiende a todas las víctimas de violencia machista las 24 horas del día y en 53 idiomas diferentes, al igual que el correo 016-online@igualdad.gob.es; también se presta atención mediante WhatsApp a través del número 600000016, y los menores pueden dirigirse al teléfono de la Fundación ANAR 900 20 20 10.
En una situación de emergencia, se puede llamar al 112 o a los teléfonos de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062) y en caso de no poder llamar se puede recurrir a la aplicación ALERTCOPS, desde la que se envía una señal de alerta a la Policía con geolocalización.