El Gobierno de Pedro Sánchez ha tomado la decisión de cerrar 11 de las 35 agregadurías militares -el 30%- que tiene diseminadas por todo el mundo, según informan fuentes castrenses a Vozpópuli. Son las de Polonia, Hungría, Noruega, Nicaragua, Venezuela, Afganistán, Sudáfrica, Malasia, Indonesia, Tailandia y Emiratos Árabes Unidos, aunque este último país podría salir de la 'lista negra'.
Por regiones, la más afectada será Asia, donde se cerrarán cuatro de las seis agregadurías que había hasta ahora. Europa es otra zona con un importante descenso, al echar el cierre tres de las ocho existentes. La salida de los agregados militares puede complicar futuros contratos para la industria militar española. Por ejemplo, Noruega, Indonesia, Malasia o Tailandia han sido importantes clientes de Navantia en el pasado.
El tijeretazo con las agregadurías pudo ser peor, pues tanto Egipto como Australia estuvieron en un primer momento entre las que se iban a cerrar, según las citadas fuentes. En el caso del gigante de Oceanía, fue la propia Navantia la que presionó al Ejecutivo para que permaneciese abierta.
Esta reestructuración organizativa por parte del Ministerio de Defensa se debe a motivos presupuestarios en el actual contexto de crisis económica y tiene el visto bueno del Ministerio de Asuntos Exteriores. Se amortizarán medio centenar de puestos de trabajo, pues junto a los coroneles que las dirigen hay otros oficiales de inferior rango afectados, según adelantó este viernes Abc.
En círculos militares se cree que este ahorro económico con las agregadurías compensa el gasto asumido por el Gobierno de eliminar el recorte del 20% en las retribuciones que sufrían los militares en la reserva al cumplir los 63 años.
Esto último era una de las principales reivindicaciones de las asociaciones profesionales de las Fuerzas Armadas y de los grupos parlamentarios. Dicha subida se hizo con efectos del pasado 1 de noviembre, momento en el que ya se empezaron a anunciar internamente el cierre de agregadurías.
Las tareas de estas agregadurías de Defensa que desaparecerán en breve serán asumidas por otras que se encuentren próximas. El caso más llamativo ha sido el de Venezuela, pues el Ejecutivo de Sánchez ha decidido que los asuntos militares con este país sudamericano se gestionen desde Cuba, aliado del régimen de Nicolás Maduro.
El único de UE y OTAN en Venezuela
Este hecho implica reducir al mínimo los lazos castrenses entre ambos países. El cierre de la agregaduría militar en Caracas, que estaba dirigida hasta ahora por el coronel Alejandro Rubiella, se producirá el próximo 31 de diciembre. El militar español era el único agregado de Defensa de la UE y la OTAN en Venezuela.
El Ministerio de Defensa, que dirige Margarita Robles, aprobó el pasado 24 de septiembre una orden en la que se redujo en medio año la estancia de este militar en Caracas. Así, de la fecha prevista de su cese, que era el 31 de julio de 2021, se pasó al citado 31 de diciembre de este 2020, según el Boletín Oficial de Defensa (BOD) al que tuvo acceso Vozpópuli en exclusiva.
El cierre de la agregaduría militar se produce después de que el Ejecutivo español decidiera a comienzos de noviembre dar por finalizada la misión del embajador en Caracas, Jesús Silva, y rebajar su representación diplomática en Venezuela, al nombrar a Juan Fernández-Trigo como encargado de negocios y no como embajador.
A ello se añade que España no ha reconocido, al igual que el resto de países de la UE, el resultado de las últimas elecciones legislativas en Venezuela. Se da la circunstancia de que el cierre de la agregaduría militar en Caracas, que llevaba funcionando desde principios del siglo XX sin interrupción, se producirá unos días antes de que el 5 de enero concluya el actual mandato de la Asamblea Nacional controlada por la oposición.
Menos oficiales de enlace
Defensa también está reduciendo los oficiales de enlace en el extranjero. Son una veintena los afectados, según las citadas fuentes. Por ejemplo, el de Italia concluyó su contrato en verano y no se renovó. Lo mismo le va a ocurrir al militar español destinado en la sede de las Fueras Aéreas de Estados Unidos en Europa, cuya sede está en Ramstein (Alemania).
El riesgo para España es que los países afectados adopten decisiones similares por reciprocidad, pues la labor de los agregados militares o de los oficiales de enlace se asemeja a la que desempeñan los diplomáticos. Además, nuestro país perderá visibilidad y confianza con estos socios, que no verán con los mismos ojos a empresas españolas cuando aspiren a contratos.