Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se prepara para ser citada ante el juez y ha elegido al exministro socialista Antonio Camacho como abogado para defenderse en la causa que el juzgado de instrucción número 41 Madrid abrió a raíz de la denuncia que presentó el pseudosindicato ultra Manos Limpias por supuestos delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios.
El letrado designado por Begoña Gómez fue secretario de Estado de Seguridad en el primer Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, al que llegó gracias al también exministro de Interior y Defensa José Antonio Alonso, con quien mantenía una relación de amistad. Alonso, a su vez, también era amigo de Zapatero. Fuentes socialistas que compartieron gobierno con él le definen, en conversación con este diario, como "un tipo excelente; un fiscal buenísimo y una bella persona".
Y fuentes jurídicas consultadas por este diario sostienen que es "una excelente persona; buen compañero, muy buen profesional" además de "humilde y nada engreído". En 2011 fue nombrado ministro del Interior. Sucedió a Alfredo Pérez Rubalcaba, de quien fuera su más estrecho colaborador, cuando este dimitió para preparar su candidatura en las elecciones de 2011 en las que el PP de Mariano Rajoy arrasó por la gestión de Zapatero de la crisis de 2008.
Cuando Rubalcaba aterrizó en el ministerio en abril de 2006, apenas unos días después de que ETA declarara su penúltima tregua, siguió confiando en él y Camacho continuó en su puesto como buen conocedor de los entresijos de la banda terrorista. En los comicios de 2011, Camacho logró el escaño por Zamora, al que renunció en 2014, cuando decidió abandonar la política.
Tras dejar la política, Camacho –que es fiscal de carrera y juez desde principios de la década de 1990- se decantó por la abogacía. Así, en septiembre de 2014 fichó por el despacho de Pérez Llorca Abogados incorporándose al equipo de Derecho Penal Económico. El reconocido despacho celebró ya entonces su aterrizaje elogiando de él su trayectoria en el sector público y, en particular, su dilatada experiencia como fiscal antes de ingresar en el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero.
Camacho permaneció cuatro años en este bufete hasta que en 2018 fichó por Moreno Alarcón, un despacho con sede en el centro de Madrid especializado en Derecho Civil, Derecho de Seguros, y Responsabilidad Civil. Con todo, en los últimos años ha ampliado su asesoramiento al área penal, principalmente al derecho penal económico “dirigido por el prestigioso penalista” Antonio Camacho, según informan en su página web.
Causa contra Begoña Gómez.
Aunque no ha optado por causas especialmente mediáticas, el hecho de que la mujer del presidente del Gobierno haya confiado su defensa hace que todas las miradas se fijen en él. Máxime teniendo en cuenta que el magistrado Juan Carlos Peinado tiene intención de avanzar en esta investigación que estrecha el cerco a Begoña Gómez por el apoyo que mostró por escrito a la UTE que integró su socio Carlos Barrabés y que se hizo con tres contratos en pandemia del organismo Red.es.
La causa empezó a andar a raíz de una denuncia de Manos Limpias, si bien a los pocos días el sindicato Hazte Oír interpuso querella formal contra Begoña Gómez por los mismos delitos. El juez, en aras a proteger el contenido de estas diligencias y también de cara a evitar presiones, declaró el secreto de las actuaciones.
No obstante, hasta la fecha ha tomado dos decisiones de calado: la primera ha sido citar a los periodistas responsables de las informaciones sobre las cartas de apoyo de Gómez y la segunda encargar la investigación a la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil.
Así pues, tras tomar declaración este viernes 17 de mayo a los periodistas de El Confidencial y Esdiario, ahora el juez se dispondrá a recabar toda la documental relativa a estas adjudicaciones para investigar estos hechos. La Fiscalía, por su parte, se opuso en tiempo récord a la apertura de la causa y recurrió directamente en apelación ante la Audiencia Provincial de Madrid, que tiene en su mano determinar si la causa sigue o, por el contrario, se archiva.