Se avecina otra guerra entre el Gobierno central y Madrid. El Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso anunciará, en los días posteriores al Puente de la Constitución, su plan para Navidad, que, “si se consolida el descenso de contagios y hospitalizaciones”, incluiría medidas de relajación del toque de queda los días 24 y 31 y ampliación puntual del número de personas que pueden reunirse en el ámbito privado.
Sin embargo, las fuentes consultadas del Ejecutivo madrileño temen que el Gobierno quiere imponer “medidas conjuntas” para todas las comunidades autónomas, independientemente, como anunció Pedro Sánchez el domingo, “de que la situación epidemiológica sea distinta entre los territorios”. En el Gobierno madrileño temen que las comunidades autónomas del PSOE se alineen con Moncloa para ‘castigar’ a Madrid justo cuando las cifras de contagios, ingresos y hospitalizaciones arrojan datos más que esperanzadores.
Madrid “está doblegando la curva, ya es la Comunidad con menos índice de contagios de toda la península y no es justo que, otra vez, una decisión política la paguen los ciudadanos estas Navidades”, insisten desde una de las Consejerías madrileñas implicadas en el plan que prepara Ayuso. Este lunes, las cifras de contagios (248) y muertos por covid (22) en la región han sido las más bajas desde principios de septiembre. El sábado, con 35 ingresos hospitalarios por covid, fue el mejor en ocho semanas, según confirma el propio consejero Enrique Ruiz Escudero.
Con la curva en valores de principios de septiembre, la presidenta madrileña ha encargado un plan para afrontar unas fechas que, además del especial significado para las familias, pueden revitalizar la maltrecha economía madrileña"
Con la curva del coronavirus en valores de principios de septiembre, la presidenta madrileña ha encargado un plan para afrontar unas fechas que, además del especial significado para las familias, pueden suponer una inyección económica en la maltrecha economía madrileña y en el consumo. En esta ocasión, cuenta con el firme respaldo de Ciudadanos y de su vicepresidente y portavoz, Ignacio Aguado, que anticipa que el plan contemplaría “excepciones” al toque de queda nocturno y un aumento de las personas que puedan reunirse de manera puntual las dos noches más señaladas, Nochebuena y Nochevieja.
También se valoran otras medidas como ampliar los aforos en las terrazas (ahora, al 75%) y en algunos comercios. Las medidas se anunciarán después del puente de la Constitución, cuando se valore el cierre de 10 días, del 4 al 14 de diciembre -adelantado por Vozpópuli- para impedir la movilidad en la región y los índices de contagios en la Comunidad estén, si sigue la progresión de las últimas semanas, muy por debajo de 200.
Fuentes del entorno de la presidenta confirman que la Comunidad seguirá “la estrategia de medidas quirúrgicas” y “puntuales” que hasta ahora –y pese a la oposición del Gobierno central y del Ministerio de Sanidad- han ido dando resultados, pero otra fuente del Ejecutivo autonómico confirma que “habrá que esperar a ver qué hace el Gobierno. Nosotros seguimos trabajando en el plan de medidas para intentar garantizar una Navidad segura pero lo más ‘normal’ posible”.
Se valoran otras medidas como ampliar los aforos en las terrazas y en algunos comercios, y se anunciarán tras el Puente de la Constitución, cuando se valore el cierre de 10 días y se espera el índice de contagios muy por debajo de 200"
Sin embargo, las mismas fuentes recelan del próximo movimiento de Moncloa porque la última palabra la tiene el Gobierno central. Y Pedro Sánchez ya advirtió este domingo que van a ser unas Navidades “a distancia” y que está buscando unas “recomendaciones comunes al conjunto del país”, independientemente de que Madrid tenga hoy un índice de contagios a dos semanas de 270 mientras Castilla y León lo tiene de 676; el País Vasco de 604 o Asturias, que siempre se puso como ejemplo de gestión, de 585.
Fuentes del Ejecutivo central insisten en el mensaje público de Sánchez de que las “Navidades serán diferentes”, pero sin dar más detalles. La Navidad, explican, no es solo reuniones familiares, sino que se estaría estudiando también la posibilidad de imponer restricciones comunes a la hostelería durante algunas fechas especialmente sensibles de estas fiestas como la Nochevieja, algo de lo que en Madrid no quieren ni oír hablar. Y el propio vicepresidente Aguado avisa que quiere que las limitaciones del macropuente sean “la última gran restricción que haya que imponer”.
Sánchez tiene manos libres
El problema para Madrid es que Sánchez tiene las manos libres. El Gobierno tiene la facultad de modificar el marco del actual estado de alarma sin necesidad de afrontar otra votación en el Parlamento. Es decir, Sanidad puede dictar órdenes para todo el país como autoridad nacional competente. Los presidentes de las comunidades son solo autoridades delegadas. Así lo recoge la disposición final del decreto en vigor, que permite a Sánchez “dictar sucesivos decretos que modifiquen lo establecido en este, de los cuales habrá de dar cuenta al Congreso de los Diputados”.
Varias de las comunidades autónomas socialistas explican a este diario que el Gobierno todavía no les ha pedido opinión sobre la Navidad. Pero comparten el relato difundido el domingo desde Moncloa y defienden que las restricciones que se impongan sean idénticas en todo el país.
“Las medidas deben ser las mismas en toda España”, dicen desde el entorno de un barón socialista. “Salvo alguna excepción evidente”, añade en referencia a territorios como las Islas Canarias o Baleares. Pero Madrid avisa que darán "la batalla” por la cogobernanza, y recuerda las palabras de su consejero de Justicia, Enrique López: “Sánchez entiende de forma diferente la cogobernanza en el País Vasco o Cataluña, donde significa eso, cogobernar, mientras que en Madrid significa ‘imponer’”.