El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero ha expresado su deseo de que el diálogo entre el Gobierno central y la Generalitat obtenga el máximo respaldo social: "Me gustaría que hubiera una mesa de diálogo en cada esquina, en cada bar. Es un gran reto para la sociedad civil, porque de nada servirá el diálogo sin su apoyo".
Lo ha dicho en el pregón de la celebración de Santa Eulàlia, copatrona de Barcelona, en una celebración organizada por el Gremi de Restauradors, en la que ha asegurado que el diálogo es sinónimo de "alivio" y esperanza para que el conflicto entre Cataluña y el resto de España se pueda resolver.
"Encomendémonos a Santa Eulàlia. Parece que el tiempo del diálogo, de la convivencia y el talante se ha reiniciado. Hagamos todo lo posible para que perdure", ha expresado Zapatero, que también ha defendido una solución dialogada que se base en el respeto y que deje de lado los insultos según él.
"Ahora parece que hay un nuevo comienzo, y la palabra diálogo es la que más se pronuncia. Por eso tenemos que sonreír. Decir diálogo es decir alivio. Solo una actitud de diálogo supone una actitud de esperanza para Catalunya y para el conflicto vivido en los últimos años", ha subrayado.
La camiseta de Messi
También ha ironizado sobre su simpatía por el FC Barcelona: "Mantengo una inquebrantable lealtad al Barça. Incluso, una vez, Lionel Messi, es decir, Dios, me envió una camiseta. Esto cubre los costes que ha tenido manifestarme tantas veces el ser blaugrana", y ha asegurado que le habría gustado vivir en la capital catalana.
Al terminar, Zapatero ha recibido de las manos del presidente del Gremio de Restauración, Pere Chías, y del director del mismo, Roger Pallarols, una ilustración de Barcelona hecha por Javier Mariscal para la ocasión.