Trinatario Casanova vuelve a la carga. A través de su sociedad, Baraka, ha solicitado al nuevo Gobierno de Madrid que paralice las obras del Edificio España por "riesgo de derrumbe". El hotel está prácticamente terminado y abrirá sus puertas el próximo julio. "Se trata de una maniobra oportunista por parte de Trinitario Casanova al producirse un cambio de gobierno en la alcaldía de Madrid", ha asegurado el grupo hotelero a Vozpópuli.
Fuentes de Riu restan importancia a las afirmaciones de Casanova pues "en su momento el Ayuntamiento de Madrid ya desestimó los requerimientos de Trinitario Casanova que pretendían paralizar indefinidamente las obras del Edificio España". En este sentido aseguran que "todo está conforme a licencia, como ya informamos en su momento y seguimos con nuestros planes de apertura del hotel para mediados de julio".
En un comunicado, Baraka alerta de la "gravedad de las obras mal ejecutadas" en el inmueble así como "el riesgo de derrumbe de su fachada" y alude a un informe del Instituto Técnico de Materiales y Construcciones (Intemac).
Fuentes de la nueva corporación municipal han asegurado que las obras del edificio están siendo supervisadas por un equipo técnico "cuya responsabilidad es garantizar la seguridad y la estabilidad del inmueble", por lo que han pedido "prudencia" y "evitar caer en alarmismo". "No podemos desconfiar de su pericia", han añadido.
La historia se repite
Casanova ya presentó una demanda en agosto de 2018 contra la cadena ante los juzgados de Primera Instancia de Madrid solicitando la paralización de las obras y consiguió que se suspendiesen durante una semana, pero después el magistrado decidió que se retomasen. El litigio siguió adelante en los juzgados hasta que en mayo el grupo Riu salió vencedor.
Desde Riu recuerdan que "el Juzgado de Primera Instancia nº 67 de Madrid falló a favor de Riu y consideró que Trinitario Casanova carecía de legitimación para solicitar la suspensión de las obras al no haber acreditado ser propietario ni poseedor ni titular de ningún derecho real de ninguna parte del edificio, y le condenaba al pago de la totalidad de las costas".
Baraka, que vendió el edificio a Riu en junio de 2017, alegaba que le pertenecían los 15.000 metros cuadrados destinados a la zona comercial del inmueble y Riu se negaba a escriturarlos. Ahora es la hotelera la que estudia demandar a Baraka por daños y perjuicios al entender que la única pretensión de la sociedad era entorpecer su actividad.