Jordi Sànchez o nadie. Esta es, a priori, la posición que mantiene JxCAT, el grupo que controla Carles Puigdemont de cara a la ronda de consultas con el rey Felipe VI para la investidura del próximo presidente del Gobierno. La Mesa que preside Meritxell Batet decidió suspenderlo de sus funciones como diputado el pasado viernes, al igual que a sus compañeros Josep Rull y Jordi Turull y el líder de ERC, Oriol Junqueras. Todos ellos permanecen en prisión preventiva y están siendo juzgados por el Tribunal Supremo por su implicación en el proceso separatista catalán.
En cambio, la suspensión no afecta directamente a la ronda de consultas. Los partidos pueden designar al candidato que consideren oportuno para entrevistarse con el monarca en La Zarzuela. Ni siquiera hace falta ser diputado en el Congreso. Por eso, la presidenta de la Cámara Baja remarcaba este jueves que corresponde al Alto Tribunal decidir si le concede un permiso especial para acudir a la ronda de consultas.
"Los servicios de la Cámara comunicaron a Junts que los nombres que se incluyen en la lista debe ser nombres que estén materialmente en condiciones de acudir. En este caso, no lo estaba por estar en prisión preventiva", señalaba Batet este jueves tras la segunda reunión de la Mesa. La defensa del exlíder de la ANC ha remitido un escrito al Supremo en el que le solicita de manera formal el permiso para acudir a la entrevista con el Jefe del Estado. De momento no ha obtenido respuesta.
La presidenta del Congreso debe confeccionar una lista con los candidatos que le han propuesto las diferentes formaciones políticas y remitirlo a La Zarzuela en los próximos días. En todo caso, Batet ha dejado la pelota en manos "del Poder Judicial". Fue la propia sala del Supremo que juzga a los independentistas quien les concedió un permiso especial para acudir a la Cámara Baja para la sesión constitutiva de las Cortes la semana pasada. Allí todos tomaron posesión como diputados antes de ser suspendidos.