Podemos no recula ni rectifica con respecto a Íñigo Errejón. Simplemente intenta que la retórica conciliadora y las apelaciones al “diálogo” del pasado lunes se conviertan en dardos contra el ex número dos de Podemos. La portavoz, Irene Montero, recalcó que su partido quiere “tender puentes”, pero también habló de “condiciones” para lograr esa “unidad”, que consisten en que el ex secretario de Análisis Estratégico y ex número dos del partido renuncie a su asiento en la cúpula de la formación. En caso contrario, advirtió, será difícil acercar posturas.
Esta propuesta ubica a Errejón en una difícil tesitura. Deberá decidir si salir de Podemos y avanzar en el diálogo para sumarse a una plataforma de izquierdas liderada por el partido de Pablo Iglesias, o si mantener el pulso y verse acusado de fraccionamiento. De esta manera, la hoja de ruta de Iglesias no sufre ningún cambio, aunque la retórica sea más conciliadora. "Quieren ganar el relato”, afirma un dirigente.
Íñigo ha dado un golpe fuerte y ha fundado otro partido. Esto duele y hace daño", afirma Irene Montero
Podemos quiere plantear un enfrentamiento duro contra el exsecretario de Análisis Estratégico, tanto en Madrid como en el resto de España, mantienen fuentes de la dirección de Podemos. Estas fuentes confirman que la reunión del Consejo Ciudadano (el máximo órgano directivo) refrendará la decisión el próximo miércoles.
Papel clave de IU
No obstante, para que la jugada salga adelante es clave el papel de Izquierda Unida. Podemos debe lograr un pacto de coalición con el partido de Alberto Garzón antes de que lo haga Errejón. Tras alcanzarlo, podrá ofrecer al exfundador de Podemos si sumarse a la candidatura o ir solo.
Hay buena onda con Podemos", mantiene IU
Fuentes de IU argumentan que Podemos y el partido de Garzón ya tienen un preacuerdo sobre la mesa. Y vaticinan que este acuerdo acabará teniendo efectos en la capital, como la salida de IU de la plataforma de la alcaldesa, Manuela Carmena. La regidora, de hecho, rechaza incluir en la lista a algunos ediles de IU, como Carlos Sánchez Mato, y deja en al aire la confirmación de Mauricio Valiente, tal y como adelantó este diario. Una situación que incomoda al partido de Garzón, que sigue fiel al "pacto del botellín" con Iglesias. Desde la federación madrileña de IU, en efecto, insisten en que hay "buena onda" con Podemos.
"Que nos deje trabajar"
En el trasfondo de esa estrategia se encuentra la intención de recoser Podemos, dividido entre el frente duro contra Errejón y los que plantean explorar vías de entendimiento. Una acción que, no obstante, no debe interpretarse como una marcha atrás con respecto al pulso errejonista.
Montero expresó así su planteamiento: “Íñigo ha dado un golpe fuerte y ha fundado otro partido. Esto duele y hace daño”, ha atacado la portavoz, y ha añadido: “Creo que por responsabilidad no debería venir [a la reunión de la dirección del miércoles], porque la condición para entendernos con el partido de Errejón es que nos permita tener nuestro debate, que haya un respeto hacia Podemos y que no sea él el centro del debate”. La intención de la portavoz y de Iglesias es que salga definitivamente del partido.
Errejón dimitió de su escaño en el Congreso el 21 de enero, pero sigue desempañando un cargo en el máximo órgano del partido. El aún dirigente de Podemos no ha aclarado qué piensa hacer con respecto a la cumbre interna del próximo miércoles. “Soy de Podemos, lo tengo tatuado en la piel”, afirmó la semana pasada. Y en una entrevista con El País dijo que pensaba acudir a la reunión de la cúpula de Podemos. Pero Montero le ha contestado: “Que nos deje trabajar”.