Detallar la cantidad de dinero público que ha recibido durante los últimos años la prensa catalana afín al proceso soberanista sería casi imposible, dada la opacidad de algunas de las Administraciones que reparten estas ayudas -ocurre en toda España- y su habilidad para camuflarlas dentro de sus presupuestos. Sin embargo, de las cuentas que presentan ante el registro mercantil los principales grupos de medios de comunicación se puede obtener información acerca de la relación entre estas empresas y el poder autonómico y local. Sin ir más lejos, el año pasado la Generalitat de Cataluña otorgó una jugosa subvención de 553.506 euros a Hermes Comunicacions S.A., editora de El Punt Avui, un periódico muy cercano a las tesis independentistas de los partidos que integraron Junts pel Sí. Esta inyección monetaria sirvió para compensar la caída de ingresos que sufrió esta compañía, de la que también forma parte Catalonia Today, la revista dirigida por Marcela Topor, mujer de Carles Puigdemont.
En su informe anual de cuentas, al que ha tenido acceso Vozpópuli, esta compañía reconoce el bajón que sufrió su cifra de negocio durante el último ejercicio debido a los conocidos efectos de la crisis de la prensa escrita. "Durante el ejercicio 2015, la facturación ha disminuido un 7%. En valor absoluto son 1,3 millones, de los que 730.000 corresponden a venta de diarios e ingresos publicitarios y 576.000 euros a otros ingresos y prestación de servicios", explica el auditor en este documento.
Entre 2008 y 2014, este grupo de medios de comunicación recibió 12,3 millones de euros en subvenciones, según los registros de la Generalitat
Esta partida monetaria corrió a cargo del Departamento de Cultura de la Generalitat de Cataluña y fue otorgada por la labor de Hermes Comunicacions S.A. para la difusión del idioma catalán. Con este pretexto, el Govern ha concedido durante los últimos años varios millones de euros a las editoras de prensa, lo que, evidentemente, ha contribuido a mejorar la posición competitiva de estas empresas -con una editorial más afín al independentismo o al nacionalismo- con respecto a las que publican diarios en español.
En 2014, este holding de medios acaparó 584.731 euros en dos subvenciones directas: una, de 472.603,62 euros que obtuvo por la edición de publicaciones en catalán; y otra, de 112.128,54 euros, "por tener en marcha proyectos para la consolidación de empresas periodísticas y fomentar el espacio catalán de comunicación". El resultado de explotación de Hermes Comunicacions durante los últimos dos ejercicios ha sido positivo, de 696.743,09 euros en 2015 y de 1.118.832,93 euros en 2014, según su información contable.
Una amistad lucrativa para ambas partes
En una comunidad autónoma cuya realidad política está condicionada por las aspiraciones secesionistas de una parte de los partidos con representación en el Parlament, la labor de los medios de comunicación resulta fundamental para avivar la llama del soberanismo o para dejar que se consuma poco a poco. Mientras Artur Mas estuvo en la Generalitat, contó como principal aliado con TV-3, una televisión de la que CiU ha configurado siempre su estructura de mando y ERC ha tenido el control de su redacción. Dentro de ese grupo de aliados también se posicionó Godó, con su radio, RAC-1 y su periódico, La Vanguardia -con José Antich de director-, que hasta entonces había apostado por buscar el mejor encaje de Cataluña en España, pero que desde 2011 contribuyó de una forma decisiva a difundir el catecismo independentista de CiU y ERC. Tanto en sus páginas de información como a través de la opinión de algunos de sus columnistas de cabecera.
'El Punt Avui' ha defendido abiertamente durante los últimos años la vía soberanista que se trazó desde la Generalitat
En paralelo, estos medios de comunicación recibían cuantiosas subvenciones que ayudaban a compensar los efectos de la grave crisis que vive la prensa escrita desde mediados de la década pasada. Lo hacían bien directamente a través de una partida presupuestaria específica, bien a través de la contratación de publicidad en todos sus medios o bien a partir de subvenciones para la realización de actuaciones de carácter privado, como la ampliación de su planta de impresión (5,5 millones de euros). En el caso de Hermes Comunicacions S.A., sólo entre 2008 y 2014 ingresó 12,3 millones de euros de dinero público, según se detalla en los registros del Boletín Oficial de la Generalitat.
El contenido ilegal de las televisiones de Hermes Comunicacions
El Punt Avui ha defendido abiertamente durante los últimos años la vía soberanista que se trazó desde la Generalitat, lo que ha resultado provechoso para el negocio de sus dueños, como se demuestra en la polémica autorización que obtuvo en 2014 por parte del Consejo Audiovisual de Cataluña para crear El Punt Avui TV. Este permiso de emisión lo consiguió con la oposición de tres consejeros del CAC, que criticaron que se realizara "sin exigir al operador arrendatario que justifique la programación que prevé emitir en cada una de las televisiones objeto de arrendamiento".
Actualmente, la división de televisión de Hermes Comunicacions tiene un expediente sancionador abierto por parte del CAC, dado que ha incumplido de forma reiterada las exigencias de ofrecer en sus canales 60 horas semanales de programación local.
La posición ideológica de los medios de comunicación de este grupo resulta especialmente importante para el Govern en este momento, en el que el activismo independentista ha perdido adeptos, como se demostró en la última Diada, y en el que los dos principales diarios generalistas autonómicos, La Vanguardia y El Periódico de Catalunya, han reconducido su linea editorial y han vuelto a dejar claro a sus lectores que sus editores apuestan de una forma decidida por el encaje de Cataluña en España, y no por las aventuras secesionistas.