Ha sido a puerta cerrada y en secreto, pero las grandes eléctricas y las petroleras han decidido enterrar, al menos por ahora, el hacha en la guerra sobre qué sectores industriales han de costear la fiscalidad verde, el sistema impositivo que los Estados utilizan para financiar la lucha contra el cambio climático y la reducción de las emisiones de CO2.
Las compañías eléctricas vienen quejándose desde hace años de que la mayor parte de esa fiscalidad recae sobre sus balances, por ser la generación eléctrica con gas y carbón de las más contaminantes, y han pedido reiteradamente al Gobierno que en las nuevas medidas que se apliquen al respecto se traslade esa carga vía impuestos a sectores como el petrolero y del transporte, causantes también de buena parte de las emisiones de CO2.
Las partes enfrentadas se han podido ver las caras en los últimos meses en la sede de la consultora KPMG, que ha organizado unos debates secretos sobre el futuro energético de España, tal y como adelantó Vozpópuli.
Los grandes sectores industriales asumen que las políticas de fiscalidad medioambiental se tienen que costear de forma conjunta
Pues bien, tras cuatro meses de debates, el sector eléctrico y el petrolero han consensuado este mensaje: “Hay que revisar con un alcance global las medidas de fiscalidad, en los diferentes sectores emisores (electricidad, gas, petróleo y otros), su contribución a la financiación de las políticas medioambientales y su impacto sobre la formación de precios del mercado y la competitividad energética”.
El llamado proceso de descarbonización que se está llevando a cabo en los países desarrollados hay que pagarlo y los gobiernos quieren que sean todos los sector industriales involucrados los que lo financien. Hasta ahora, en el caso español, las compañías eléctricas vienen soportando un impuesto medioambiental del 7% que se carga a la distribución.
Posteriormente, en 2004, el Gobierno del PP atendió las peticiones del lobby eléctrico y obligó a las petroleras y a otras compañías industriales a pagar el Fondo de Eficiencia Energética, que ahora costean unas 500 empresas (225 millones de euros al año destinados a planes de eficiencia).
Guerra entre oligopolios: las eléctricas quieren que las petroleras paguen nuevos impuestos verdes y estas últimas que aquellas no se 'refugien' en los coches eléctricos como panacea que no es real
Cuando haya Gobierno llegarán más medidas de este tipo ante la inminencia de las fechas límite del cumplimiento de los objetivos 20/20 y las petroleras parecen dispuestas, a la vista de la conclusión de sus debates bajo el auspicio de KPMG y de las fuentes consultadas entre los presentes, a participar en su financiación.
Está por definir, eso sí, qué nuevos impuestos tendrá que ‘inventarse’ el nuevo Gobierno para luchar contra las emisiones de CO2. El sector eléctrico propone que se apliquen nuevos impuestos sobre la actividad de refino o sobre el transporte de crudo por los oleoductos.
El petrolero, por su parte, ha recordado públicamente que en el coche eléctrico no está la panacea de la lucha contra el cambio climático porque la electricidad con la que se cargan sus baterías proceden de fuentes de generación contaminantes (térmicas de carbón y gas principalmente).
