La espera acabó y también la incógnita sobre el futuro de Peyton Manning, leyenda viva que, tras dieciocho años como profesional, comunicó a la organización de los Denver Broncos que se retira, magullado pero triunfante, de la competición en activo.
Un mes después de haber ganado la Super Bowl, Manning, de 39 años, informaba a John Elway, presidente de la franquicia del estado de Colorado, de su decisión de decir adiós. Seguía así su ejemplo de hace diecisiete años, cuando 'The Comeback Kid' también dejó el football después de conseguir un anillo de campeón de la NFL.
Igual que Elway, el mediano de los hermanos Manning se va con dos campeonatos en su vitrina. Su decisión se da cuando se acerca a la cuarentena, y va a costar el renunciar a los 19 millones de dólares que hubiese percibido en la que hubiera sido su decimonovena temporada como profesional.
El ya ex quarterback de Colts y Broncos, una mente privilegiada que revolucionó el juego de pase durante una brillante carrera marcada por cinco reconocimientos de MVP de la NFL (algo sin precedentes), cuenta también con una colección abrumadora de récords, lo que ha arreciado el debate en los Estados Unidos sobre si hemos sido testigos del adiós del mejor mariscal de campo de la historia del fútbol americano.
No hablamos de un logro cualquiera. No hay deporte colectivo en el que una posición tenga tanta influencia sobre el juego, así que hablaríamos del más grande en la demarcación más exigente. La hipotética lista de competidores por tal galardón honorífico es de un nivel formidable, pero desmenuzar en cifras la carrera de Manning asusta.
El de Nueva Orleans deja la NFL (a la que ingresó como número uno del draft del 98) como el líder pasador de todos los tiempos (en yardas y en servicios para touchdown) y el mariscal de campo titular con más triunfos, además de ser el único en su posición que ha ganado la Super Bowl con dos franquicias.
Todo esto, además, rehogado con una reaparición de película en la madurez de su carrera. Los Indianapolis Colts, su primer plantel, no quisieron renovarle hace cuatro años tras una serie de lesiones en el cuello que obligaron a Manning a perderse toda la temporada 2011 y que le dejaron secuelas de sensibilidad en los dedos de su mano derecha. Sin embargo, el de Louisiana se recuperó y convenció a los Broncos de que podía liderar a su equipo al anillo.
La propia NFL elaboró un 'Top 100' histórico en noviembre de 2010, en el que Manning fue ubicado como el tercer mejor en su posición de todos los tiempos, sólo por detrás de Joe Montana (estrella en los 80 y principios de los 90 al mando de los San Francisco 49ers) y de Johnny Unitas (apodado 'La mano de oro', que jugó desde el 55 al 73). Seis años después, quizá ese ranking necesite una revisión.
Otros nombres ilustres que podrían entrar en la pugna por el trono son el ya citado John Elway, Brett Favre o Dan Marino, en una discusión que, extendida al football contemporáneo, recogería incluso a algún jugador aún en activo, como Tom Brady. Un selecto club de inmortales del que Peyton Manning ya es miembro per saecula saeculorum.
