La imparcialidad de las televisiones autonómicas ha vuelto a quedar en entredicho en esta campaña electoral. Estos costosos medios de comunicación públicos han sido tradicionalmente sospechosos de supeditar su línea editorial a los intereses del partido del gobierno de cada territorio, algo que se ha podido certificar en las últimas semanas, en las que se han registrado diversos ejemplos de información sesgada y “excesiva complacencia” hacia los ejecutivos regionales.
Una buena parte de estos casos se han producido en las comunidades autónomas en las que está menos claro quién se impondrá en los comicios. Extremadura forma parte de este grupo y, sabedor de ello, su presidente, José Antonio Monago, ha multiplicado sus acciones de control de los medios de comunicación durante las últimas semanas, tal y como retrató Vozpópuli.
El ejemplo más claro de su influencia se observa en el Canal Extremadura, en el que sus trabajadores llevan un largo tiempo denunciando el férreo control que la Junta ejerce sobre sus contenidos. El pasado 12 de mayo, después de que el CIS publicara un estudio en el que se otorgaba la victoria al PSOE en las elecciones del 24 de mayo, el PP de esta región encargó una encuesta que se emitió en esta televisión con un formato que es ilegal durante la campaña electoral (entre otras cosas, porque no aclaraba la empresa que la había elaborado). En este sondeo, los populares obtenían una clara victoria y se quedaban a dos escaños de la mayoría absoluta.
Monago encargó una encuesta que emitió el Canal Extremadura de forma ilegal
Podemos denunció este hecho y la Junta Electoral le dio la razón, lo que obligó a la televisión pública extremeña a emitir una rectificación. Así lo hizo el pasado jueves, eso sí, omitiendo de nuevo algunos datos que tenía que aclarar. “Todo ello, para no dejar en evidencia al Gobierno regional”, denuncian fuentes de la cadena pública.
El caso de Castilla-La Mancha
Otra de las comunidades autónomas en las que existen dudas sobre el resultado de las elecciones autonómicas es Castilla-La Mancha, hasta el punto de que varias encuestas certifican que María Dolores de Cospedal tiene las horas contadas en el sillón presidencial de la Junta. Cuando ganó los pasados comicios, la secretaria general de los populares dejó claro que su intención era la de privatizar la televisión pública de esta región (CMT) pero, ante la falta de compradores, decidió “ponerla a su servicio”, detallan fuentes de los trabajadores de la empresa.
Desde entonces, las denuncias por manipulación informativa que ha recibido este medio de comunicación han sido incontables. De hecho, recientemente, 39 alcaldes del PSOE se querellaron contra su director general, Ignacio Villa, y su jefa de informativos, Victoria Vigón, por “malversación de fondos”, al considerar que esta cadena, pagada con dinero público, únicamente defendía los intereses del Partido Popular.
Varias decenas de alcaldes del PSOE han denunciado a Castilla-La Mancha Televisión por malversación de fondos
Desde su redacción en Toledo, aseguran a Vozpópuli que durante las últimas semanas se han incorporado “varias decenas de periodistas” a la CMT, muchos de ellos procedentes de Intereconomía, para reforzar la línea editorial pro-Cospedal de este medio de comunicación. “Realmente, no entendemos esta obsesión por controlar la información, puesto que apenas si tenemos influencia en la sociedad de Castilla-La Mancha. Es más, la audiencia de algunos de nuestros programas de debate apenas si llega al 1 % (de la cuota de pantalla), por lo que cualquier noticia contraria al PP sólo sería recibida por unas pocas miles de personas”, destacan fuentes de su redacción.
Andalucía y Cataluña
Una de las televisiones públicas que más fuertemente controlada está por parte de un poder político es Canal Sur. Desde el día en que inició sus emisiones, en 1989, el PSOE ha fijado su línea editorial y ha aminorado el eco de escándalos de corrupción que le afectaban, como el de los ERE, según denuncian desde la oposición, a la vez que lamentan que las denuncias de los sindicatos tengan menos intensidad que en otras comunidades autónomas “por el mero hecho de que en Andalucía gobierna un partido de izquierda”.
Durante esta campaña electoral, Canal Sur “se ha contagiado del victimismo de Susana Díaz” y ha trasladado a la sociedad una imagen “distorsionada” del tema de su investidura. Esta cadena lo ha presentado como un “todos contra el PSOE”, algo que ha restado fuerza a los argumentos del PP, de Podemos, de Ciudadanos y de IU. “Por supuesto, este maniqueísmo ha buscado influir en los votantes de las elecciones municipales, especialmente en los que se pronunciarán en plazas complicadas para el PSOE”, denuncian desde uno de estos partidos.
Si la adulación hacia Susana Díaz ha sido frecuente en Canal Sur durante esta campaña electoral, no ha sido menor en TV3, donde las escasas apariciones que ha protagonizado Artur Mas durante estos días han sido seguidas "con una atención desmedida". Desde la televisión pública catalana lamentan el dominio que tiene CiU en este medio de comunicación desde que en 2012 el partido aprobara la Ley General Audiovisual de Cataluña.
Canal Sur está controlado por el PSOE desde el momento de su fundación
Esto se ha evidenciado en el excesivo tiempo que se ha dedicado a determinadas actividades institucionales durante la campaña electoral, en detrimento de los actos que han protagonizado algunos de los más firmes rivales de CiU, como Ada Colau en la capital barcelonesa. "Evidentemente, el margen de maniobra que, por ley, tienen los medios públicos durante la campaña para informar de los partidos es nulo, pues el tiempo lo fija la Junta Electoral. Pero es que tampoco hemos visto una presencia equilibrada de los rivales de CiU durante la precampaña", manifiestan los mismos informantes.
Galicia y los debates de Telemadrid
En Galicia, la oposición parlamentaria también ha criticado la "más que generosa" presencia de Alberto Núñez Feijóo en los informativos de la Compañía de Radio-Televisión de Galicia (CRTVG). De hecho, la diputada del PSOE, María del Carmen Acuña, denunció el pasado miércoles públicamente que Feijóo había aparecido 11 minutos más en la TVG, entre el 1 de marzo y el 15 de abril, que el resto de partidos presentes en las Cortes autonómicas. La respuesta de su director general, Alfonso Sánchez, fue que esta excesiva presencia se debe a una "cuestión de representación". Fuentes de la redacción central de la cadena apuntan a que "durante las últimas semanas, el sesgo de la información para favorecer al PP ha sido descarado".
En el caso de Telemadrid, el hecho más relevante que ha tenido lugar durante la campaña electoral es el de los debates en los que han participado los candidatos a la Alcaldía de Madrid y a la Presidencia de la Comunidad Autónoma.
Los partidos de la oposición criticaron duramente a los directivos de la cadena por asumir el modelo de debate "vis a vis" que ideó el Partido Popular para evitar que en un encuentro entre todos los candidatos todos los partidos se posicionaran en contra de Esperanza Aguirre. "Aquí hace mucho tiempo que el PP controla el Consejo de Administración y la línea editorial. Por eso, no nos extrañó nada que Telemadrid le tendiera ese capote a Aguirre. Era lo normal", lamentan fuentes sindicales de la cadena.