El modelo educativo impuesto por el Gobierno de Artur Mas hace que el ratio de fracaso escolar de los alumnos inmigrantes sea el triple que el de los autóctonos y que vayan retrasados casi 2 años respecto a sus compañeros nativos de la misma edad. Así se desprende del último informe realizado por Convivencia Cívica Catalana sobre los resultados de alumnos catalanes en función de la lengua propia del estudiante, bajo el título ‘Análisis de los resultados de la última evaluación PISA en Cataluña. Influencia de los factores lingüísticos’.
Aunque los sucesivos gobiernos catalanes han presentado su sistema educativo como un supuesto "modelo de éxito", los resultados escolares apuntan en la dirección contraria: los estudiantes inmigrantes obtienen en las escuelas catalanas resultados académicos "anormalmente" bajos en comparación con el resto de España y Europa. Y es que en la última edición de PISA más de un 44% de los alumnos inmigrantes afincados en Cataluña no lograron superar el nivel más bajo de la prueba, casi el triple que el 15% de los nativos en esa misma situación.
El catalán, barrera para el aprendizaje
Desde Convivencia Cívica Catalana consideran que el sistema de la inmersión lingüística no es ajeno a los malos resultados escolares. "En un sistema donde la única lengua vehicular admitida es el catalán, los niños inmigrantes, en su mayoría castellanohablantes, deben sumar en el proceso de aprendizaje a la dificultad propia de las materias una dificultad lingüística añadida: aprender en una lengua diferente", explican desde este organismo.
Queda desmentida la teoría defendida por el Ejecutivo regional catalán que dice que este sistema es un factor de integración y cohesión
Es por este motivo por lo que creen que la "imposición por motivos políticos e identitarios del modelo monolingüe de la inmersión, con el catalán como única y exclusiva lengua vehicular en la escuela, constituye una barrera para el aprendizaje que los alumnos inmigrantes no encuentran en otras regiones de España". Por ello, queda desmentida la teoría defendida por el Ejecutivo regional catalán que dice que este sistema es un factor de integración y cohesión, ya que crea una importante desigualdad educativa: los alumnos castellanohablantes fracasan el doble que los catalanohablantes y los inmigrantes, el triple que los nativos.
Para demostrarlo, esta institución argumenta pedagógicamente este fracaso escolar recordando que "una persona aprende mejor cuando recibe la enseñanza en su lengua propia o materna, en aquella en la que piensa, razona y se expresa de forma automática" y compara los resultados de fracaso escolar en Cataluña con los de la Comunidad de Madrid, una región similar en renta per cápita, desarrollo social y nivel de población. Así, las puntuaciones medias de los alumnos inmigrantes en Madrid son 30 puntos superiores a las de los inmigrantes residentes en Cataluña.
A la cola de Europa
Si se analizan las puntuaciones medias de PISA, la diferencia de rendimiento entre alumnos inmigrantes y nativos catalanes es, según este informe, "significativamente elevada", 70 puntos, más del doble que la media de la Unión Europea (32 puntos) y un 40% superior a la media de España, situada en los 49 puntos.
Estos 70 puntos en la escala PISA que separan a inmigrantes y nativos en Cataluña equivalen aproximadamente a 22 meses de escolarización, de acuerdo a los estándares manejados por los organizadores de esta evaluación. Es decir, en Cataluña los inmigrantes van retrasados casi dos años respecto a sus compañeros autóctonos de la misma edad, mientras que en el resto de España la diferencia se reduce a 14 meses y en Europa a 10.