La medida ya había sido anunciada en 2013, pero justo ahora entrará en vigor. El Gobierno catalán ha aprobado la memoria preliminar del anteproyecto de ley del impuesto sobre el ADSL que gravará a las compañías operadoras de conexión a Internet con una tasa de 0,25 euros mensuales por cada línea contratada en Cataluña, y que revertirá íntegramente en la subvención del audiovisual catalán. El consejero de Cultura, Ferran Mascarell, ha subrayado que esta tasa u otras similares ya existen en otros países de Europa, y ha remarcado que la norma precisará que las compañías no puedan repercutir ese gravamen sobre los consumidores.
La Generalitat pretende que el cobro del nuevo canon no repercuta en la factura de los usuarios y propone mecanismos de control para evitar que las empresas de telefonía repercutan en el gravamen en la factura. Ya en 2013, las compañías elevaron su protesta, ya que consideraban que la medida aumentaba todavía más la ya elevada carga que supone la fiscalidad específica del sector y vendría a sumarse a una serie figuras tributarias "totalmente injustas y arbitrarias", tal y como manifestaron en su momento ONO, Orange, Telefónica y Vodafone en un comunicado conjunto. Al respecto, Mascarell ha asegurado que su departamento ha hablado y seguirá hablando con ellas, y se ha mostrado convencido de que alcanzarán un punto de encuentro: "Al final entenderemos que nos interesa a todos", declaró este martes a Europa Press.
ONO, Orange, Telefónica y Vodafone dijeron en un comunicado conjunto que se trataba de una medida "injusta"
El objetivo es "mantener competitivo un sector muy importante para Cataluña" como el audiovisual, que, según ha dicho, reúne alrededor de 2.000 empresas con más de 11.000 trabajadores y aporta en torno a 2.500 millones de euros a la economía catalana. Según cálculos del Gobierno catalán, el impuesto aportará 20,5 millones de euros a las arcas de la Generalitat, que se destinarán principalmente a dotar de recursos el fondo para el fomento de la industria audiovisual y el fondo para el fomento de la difusión cultural digital.
La medida comenzó a diseñarse hace un año ante la crisis del sector audiovisual catalán -que ha perdido la mitad de espectadores entre 2001 y 2012 y ha sufrido un recorte de un 50% de las aportaciones públicas-. Está previsto que esta sea la primera acción de una reforma más amplia en el sistema de financiación audiovisual catalán, en el que se hace necesario pensar más en préstamos retornables por proyecto que en el sistema de subvención a fondo perdido actual.
Cierre de salas, crisis del sector
Si las cosas están feas para realizadores y productores, los exhibidores lo llevan peor. El cine en España ha perdido 1,8 millones de espectadores en los últimos cinco años. Pero la situación en Cataluña no dista de ser mejor. La afluencia a las salas ha disminuido un 50% en los últimos ocho años, y la subida del IVA al 21% no ha hecho más que empeorar la situación. El sector en Catalunya facturó 128,9 millones en 2012, casi un 5% menos que en 2011. El cierre progresivo de distintas salas de cine tuvo su punto más crítico con la clausura de las salas del Lauren Gràcia. A ese sumaban el Rex -2010-, el Palacio del Cinema -2001- , el Renoir de Les Corts el año pasado, otro Lauren -el de Sant Andreu, también en 2012- y el Urgell -la sala más grande que tenía la ciudad-.
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