La amenaza llevaba enquistada casi un año. Y ahora acaba de concretarse. Finalmente, Luis de Guindos ha penalizado a BBVA por no convertirse en accionista de la Sareb. El banco presidido por Francisco González ha tenido que aportar un 30% más que el resto de entidades en el primer pago de la derrama especial al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) con la que se ha dotado de liquidez el canje de las antiguas preferentes de Novagalicia y Catalunya Caixa por acciones. En total, BBVA ha aportado al FGD en el entorno de los 120 millones netos, según fuentes del sector, lo que supone el 40% de su aportación total a este pago extraordinario que se eleva a 300 millones brutos.
BBVA, al igual que el resto del sector, ha efectuado en los últimos días el pago de la primera parte del pago de esta derrama extra aprobada por el Gobierno a través de un real decreto firmado el pasado ejercicio. Este pago adicional obliga a cada entidad a reembolsar al FGD el 3 por mil de los depósitos sobre el volumen mantenido a 31 de diciembre de 2012, cantidad con la que se conseguirá obtener entre 1.500 y 2.000 millones de euros. En la norma, Guindos estableció una cláusula que contenía una rebaja del 30% en el primer pago de esta aportación especial a todas aquellas entidades que había contribuido financieramente al banco malo. Una cláusula que castigaba a BBVA si no se replanteaba su negativa a invertir en la Sareb, una decisión que generó, en su momento, un importante enfrentamiento entre Guindos y FG.
Sin embargo, BBVA se mostró firme y no varió un ápice su decisión de mantenerse al margen del banco malo, pese a la amenaza de esta penalización, que ahora se ha concretado. La decisión de Guindos fue duramente criticada por el propio Banco Central Europeo que desautorizó esta penalización en un severo dictamen que publicó en abril pasado sobre el Fondo de Garantía de Depósitos español.
El texto del futuro supervisor bancario único europeo, firmado por el propio Mario Draghi el pasado 10 de abril, asegura que la inversión en la Sareb no debe causar ningún tipo de beneficios. Así lo explica en el punto cuatro en el que desarrolla su argumentación sobre la aportación extraordinaria y exenciones. "En cuanto a las entidades de crédito que hayan invertido directamente en la Sareb", asevera el dictamen, "el plan de negocio en que esta se apoya prevé beneficios razonables para los inversores, por lo que no es necesario eximir del pago de la aportación extraordinaria al FGD a entidades que han decidido invertir en la Sareb por razones de negocio".
BBVA ha abonado alrededor de 120 millones en este primer pago de la derrama extra para dar liquidez a las preferentes de Novagalicia y Catalunya Caixa
Junto a esta matización sobre la bonificación sobre las exenciones, el BCE también critica que esta derrama puede poner en peligro la protección de los depósitos, su principal función. "Es preciso que el FGD pueda contar con un patrimonio de elevada liquidez para cumplir su función principal de proteger los depósitos garantizados en caso de insolvencia bancaria", asegura el dictamen. "El BCE", prosigue el texto, "considera que la proyectada adquisición por el FGD de acciones de entidades no admitidas a cotización (canje de las preferentes de Novagalicia y Catalunya Caixa) es contraria a ese principio prudencial y, por lo tanto, desaconseja modificar las normas de inversión de aplicación al FGD que permitan esas adquisiciones".
En BBVA no se descarta acudir a la vía judicial para dirimir si esta penalización puede ser objeto de algún tipo de distorsión a la libre competencia. De hecho, los servicios jurídicos de la entidad llevan meses estudiando las posibles repercusiones de esta medida. Sobre este asunto, fuentes de la entidad se remiten a las declaraciones efectuadas por Ángel Cano, CEO de BBVA, durante la presentación de resultados del primer trimestre de 2013. Entonces, apenas una semana después del dictamen del BCE, Cano aseguró que "nosotros no podemos ser objeto de ningún tipo de discriminación, de acuerdo al estado de derecho en el que estamos".
Sin embargo, finalmente BBVA no ha podido eludir esa penalización, lo que le convierte en la entidad que más ha aportado en este primer tramo de la derrama al FGD. Frente a los 120 millones de la entidad 'azul', Santander y Caixabank han contribuido con una horquilla de entre 90 a 100 millones netos, mientras que Sabadell y Popular lo han hecho en el entorno de los 35 millones. La asignación de Bankinter ha sido de 2,2 millones, según confirmó este miércoles su consejera delegada María Dolores Dancausa.
No se descarta una respuesta judicial de BBVA ante esta medida por una posible distorsión de la libre competencia
El sector tendrá que abonar el 60% de esta derrama extra a lo largo de los próximos siete años. No hay un calendario previsto de nuevas contribuciones, sino que los pagos se efectuarán en función de las necesidades de tesorería del propio Fondo de Garantía de Depósitos.
Las entidades de crédito aportan cada año el 2 por mil de los depósitos de los clientes que tienen en balance al FGD, pensado principalmente para garantizar el dinero de los ahorradores en caso de quiebra y que se lleva utilizando para financiar las ventas de las entidades nacionalizadas. De hecho, tras la venta de Unnim y el pago de gran parte del esquema de protección de activos concedido al Sabadell por la adjudicación de la CAM, que podría alcanzar los 15.000 millones, la bolsa del fondo de garantía está agotada.