La negativa de Luis de Guindos a que se impusieran en el último Consejo Europeo los contratos por reforma de Merkel entorpece su carrera política en Europa, según explican fuentes de Bruselas.
En la preparación del último Consejo Europeo celebrado en diciembre, Merkel insistió en que se aprobasen cuanto antes los llamados contratos por reforma. La visión de la canciller alemana se resume en que hay que perseverar en la tarea reformista incluso si la prima de riesgo se relaja y los rescates se van acabando. Y visto el agotamiento de los ciudadanos de muchos países, la mejor forma de llevarlo a cabo consiste en unos contratos de Partenariado económico, por los cuales los Ejecutivos nacionales no sometidos a un programa de ayuda se comprometen con la adopción de reformas a cambio de obtener financiación extra para la inversión y las políticas de creación de empleo, si bien no está nada claro de dónde y a cuánto ascenderán esos fondos.
Merkel quiso que estos contratos de Partenariado económico entrasen en vigor cuanto antes. Pero varios ministros de Finanzas europeos liderados por Francia se resistieron con uñas y dientes. Y uno de los más vehementes en la defensa de su independencia fue el ministro de Economía español, Luis de Guindos. A juicio de diversas fuentes, a falta de unas cuantas reformas como la fiscal, el Gobierno español ya ha agotado prácticamente el programa de reformas y pretende zafarse de nuevas rondas de cara a las legislativas de 2015.
Tras esas discusiones, el formato concreto de estos contratos se fijará en noviembre de 2014. En cualquier caso, tal y como reza en las conclusiones del último Consejo Europeo, las reformas recogidas en los contratos habrán de tener el visto bueno de la Comisión Europea y se diseñarán conforme a sus recomendaciones.
Baile de cargos en Europa
El Ejecutivo español se las apañó para retrasar la iniciativa de la canciller Merkel. Sin embargo, según apuntas fuentes europeas, esta jugada puede perjudicarle a la hora de hacerse con algún cargo de postín en el próximo baile de sillas que se iniciará al calor de las elecciones europeas de mayo. El Gabinete de Mariano Rajoy considera que estamos claramente infrarrepresentados en las instituciones de la Unión Europea, y uno de sus principales retos radica en colocar a varios españoles entre los puestos de mayor importancia que quedarán abiertos en los próximos meses. Moncloa se ha fijado como objetivo todo lo que se mueva, desde la presidencia de la Comisión a la del Parlamento, pasando por la del Eurogrupo a tiempo completo.
Después de las clamorosas metidas de pata del holandés Jeroen Dijsselbloem, la esperanza de Luis de Guindos estriba en que se reinvente la presidencia del Eurogrupo para que ésta sea a tiempo completo y él pueda postularse. Sin embargo, Guindos ya lo intentó una vez y fue vetado por Merkel porque pertenecía a un país rescatado. Y como señalan fuentes de Bruselas, la resistencia de Guindos a los contratos por reforma de Merkel bien puede malograr su candidatura, otra vez.