Luis Bárcenas se queda sin coartadas para justificar el origen de su fortuna suiza. Si el pasado martes era una pintora argentina la que echaba por tierra el argumento del extesorero del PP de que más de medio millón de euros procedía de la compraventa de obras de arte, el jueves le tocaba a la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía desbaratar el argumento que el exsenador esgrimía para justificar que 3,5 millones de sus cuentas en el país helvético acabasen en EEUU al poco de estallar el caso Gürtel: que ese dinero era supuestamente propiedad de un grupo de inversores de origen sudamericano que nunca quiso identificar. Tras analizar al detalle la última información recibida desde Suiza sobre varias cuentas bancarias de Bárcenas en este país, los expertos policiales concluyen que dichos empresarios no han existido nunca.
El propio testaferro de Bárcenas ayudó a desmontar la coartada del extesorero al afirmar al juez que la cuenta suiza que él vació no registró ingresos de terceras personas
El informe policial destaca que fue Iván Yáñez, el testaferro español de Bárcenas, el que con su testimonio ayudó a despejar las primeras dudas sobre la falsedad de la coartada de los inversores latinoamericanos. Yáñez, también imputado en la causa y encargado de vaciar en 2009 las cuentas del extesorero tras estallar el 'caso Gürtel', aseguró en su declaración ante el juez Pablo Ruz que cuando se hizo cargo de las finanzas de su amigo Bárcenas examinó los movimientos de los depósitos que el político popular tuvo en el paraíso fiscal a nombre de la fundación Sinequanon y que por ello podía asegurar que "los supuestos ingresos de los inversores latinoamericanos no se produjeron durante la vigencia de dicha cuenta", es decir, entre 2005 y 2009.
El testaferro, que respondía a preguntas de una de las acusaciones, apuntó que los mismos, de haberse producido, debieron realizarse antes de 2005, "cuando la cuenta era personal de Luis Bárcenas" y no estaba a nombre de ninguna mercantil fantasma. Son dos de estos depósitos bancarios anteriores los que ahora ha podido analizar la Policía para llegar a la conclusión de que "no existen ingresos que traigan causa de inversiones, préstamos o negocios jurídicos comunes con personas ajenas al beneficiario de la cuenta". De hecho, la UDEF concluye que los ingresos registrados "son realizados por 'el cliente', es decir, por Luis Bárcenas". Por lo tanto, insisten los expertos policiales, "la salida de fondos (3,5 millones de euros) con destino a Estados Unidos no se puede justificar, como hasta ahora, como una devolución de una inversión realizada por personas originarias de Sudamérica puesto que dicha inversión no existe".
Todos los ingresos, del propio Bárcenas
De hecho, durante el periodo analizado (2000-2005), la Policía ha contabilizado hasta 28 ingresos en efectivo en dichas cuentas por un importe total de 3,9 millones de euros y ninguno procede de inversores fantasma. "Sólo existen ingresos en efectivo realizados por el propio Luis Bárcenas", recalcan. Los inversores, por tanto, no existen. Una conclusión que abre una nueva vía de agua a la versión que el propio Bárcenas defendió ante el juez, al que aseguró que él gestionó millones de dólares que un grupo de inversores extranjeros le hicieron llegar a a través del abogado argentino Edgardo Patricio Bel. Según insistió el extesorero, son estos inversores, a los que supuestamente cobraba un 2% de comisión por 'mover' su dinero en bolsa, los que en 2009 le reclamaron la devolución del dinero y que por ello tuvo que hacer las millonarias transferencias a EEUU ese mismo año.
"La salida de 3,5 M. € con destino a EEUU no se puede justificar como una devolución de una inversión de personas originarias de Sudamérica puesto que ésta no existe", concluye la UDEF
En concreto, tres cuentas de este país fueron el destino de los 3,5 millones de euros. De ellas, dos pertenecían a la misma entidad, HSBC, en concreto a su sucursal en Nueva York. A una de ellas, la número 605140081, el político realizó en 2009 tres transferencias de un millón de euros cada una en un breve espacio de tiempo. Como titular de la misma aparecía la empresa uruguaya Brixco, dedicada a la producción de zumo de limón y relacionada con el latifundio en Argentina del amigo y también antiguo responsable de las finanzas del PP, Ángel Sanchís. La otra cuenta del HSBC en Nueva York era la número 000162353. A ella Bárcenas hizo dos transferencias, de 200.000 y 300.000 euros cada una. Su titular era una empresa pantalla afincada en Montevideo llamada Lidmel Internacional SA.
La última cuenta era del UBS AG Stamford Branch, cuyo titular era, de nuevo, una mercantil con sede en Uruguay: PT Bex Bursatil Sociedad de Bolsa. A ella, con el número 101 WA 32102800, el exsenador por Cantabria intentó transferir a través de su amigo Iván Yáñez un millón de euros el 12 de marzo de 2009, al poco de estallar el 'caso Gürtel'. Sin embargo, once días después, el Dresdner Bank, origen del dinero, reflejaba en sus documentos internos que el importe había sido devuelto porque "los detalles de las transferencian no eran correctos. El cliente ha cambiado el banco beneficiario". Al día siguiente, se recibía la orden para enviar la primera de las transferencias de un millón a la cuenta de Brixco en el HSBC de Nueva York.
Hace dos meses, las autoridades estadounidenses alertaron al magistrado de que el dinero que quedaba en una de estas cuentas norteamericanas iba a ser retirado. "Hoy, la cuenta de Brixco tiene aproximadamente 380.000 dólares, pero se espera una liquidación en el futuro cercano", explicaban las autoridades norteamericanas para pedir a las españolas que enviasen una comisión rogatoria si querían que el saldo fuera bloqueado. Era la única forma de evitar que pasase con el dinero lo mismo que con los inversores 'fantasma': que no se supiera nunca más de su existencia.