La petrolera estatal Pemex, accionista histórico y de referencia de Repsol con un 9,56%, ha retomado su plan para vender la participación en la petrolera española y, en paralelo, negocia con la argentina YPF la firma de una alianza para desarrollar inversiones conjuntas en Vaca Muerta.
El valioso yacimiento de crudo y gas no convencional en manos de YPF fue uno de los detonantes para que el Gobierno Kirchner expropiara a Repsol un 51% del capital de la petrolera argentina, lo que ha provocado un conflicto económico sin precedentes entre España y Argentina.
Pese a la guerra abierta de Repsol con YPF y el Gobierno argentino, el nuevo director general de Pemex, Emilio Lozoya, nombrado por el Ejecutivo de Enrique Peña Nieto, se está replanteando todos los acuerdos de la empresa estatal mexicana con la compañía que preside Antonio Brufau y no ha dudado en poner en marcha las conversaciones con YPF, pese a que esto pueda costarle un nuevo enfrentamiento con la petrolera española, donde cuenta con un consejero.
Brufau vuelve a tener al enemigo en casa, después de que en 2011 consiguiera vencer a Del Rivero y Pemex, que trataron de echarle de la presidencia
El ejecutivo de Mollerusa tiene, de nuevo, al enemigo en su propia casa. En el verano de 2011, el entonces director general de Pemex, Juan José Suárez Coppel, y el presidente de Sacyr, Luis del Rivero, se aliaron para echar a Brufau de la presidencia y tomar el control de Repsol. El presidente ganó entonces la afrenta y se cobró la cabeza de Del Rivero, que no sólo salió de Repsol sino también de la empresa que fundó, Sacyr.
A cambio, para calmar al accionista mexicano, que había elevado su histórica participación del 5% al 9,56%, firmó una macroalianza que está en vigor, pero no se ha desarrollado en lo más mínimo.
La alianza firmada suponía que Pemex renovababa "su compromiso con Repsol asegurando tanto la estabilidad de su participación -que no se reducirá por debajo del 5% ni excederá el 10%-, como su apoyo al plan estratégico y a la estructura actual de gobierno de Repsol".
Todo esto ha saltado por los aires tras el cambio de Gobierno en México. El nuevo equipo directivo de Pemex ha informado a las autoridades bursátiles del país de que su participación del 9,56% está a la venta, aunque hasta ahora no había realizado gestiones para colocar este paquete, señalan fuentes solventes. A precios actuales de mercado, el valor de esa participación es de 2.105 millones de euros.
El nuevo Gobierno de Peña Nieto está revisando todos los pactos de Pemex y ya no considera estratégica su participación en Repsol
Pero además, Emilio Lozoya está dispuesto a saltarse a la torera la amenaza de la empresa de la que controla el 10%. Porque Brufau dijo que toda aquella empresa o inversor que se uniera a YPF para explotar Vaca Muerta sería llevado ante los tribunales, como ya ha hecho con el Gobierno argentino por la expropiación del 51%. Repsol reclama a Kirchner 10.500 millones de dólares por este paquete y por haber perdido Vaca Muerta.
Fuentes empresariales en Argentina confirmaron a Vozpópuli que Pemex está ya negociando un acuerdo con Miguel Galuccio, presidente de YPF, para explotar Vaca Muerta.
Según adelantaba Clarín este miércoles, los gobiernos argentino y mexicano están al tanto de las negociaciones, que se han realizado al más alto nivel y con la mediación del embajador argentino en España, Carlos Bettini, y el padre del jefe de Gabinete de Argentina, Juan Manuel Abal Medina. Éste último es, a su vez, asesor del millonario mexicano Carlos Slim, que tiene un 8% de YPF y ahora prepara su entrada en el capital de Gas Natural Fenosa.
Ambas operaciones no han gustado nada a Brufau ni a su equipo en Repsol.
Para desarrollar Vaca Muerta, YPF contará con Pemex y con la estadounidense Chevron, a la que la Corte Suprema ha liberado del embargo que sufría en Argentina
Fuentes de Repsol no hicieron comentarios sobre los nuevos movimientos de Pemex. Vozpópuli trató este jueves sin éxito de obtener confirmación oficial sobre las operaciones en ciernes por parte de los portavoces de Pemex, que fueron consultados por teléfono y por correo electrónico. En YPF no confirman oficialmente, pero fuentes de su entorno se congratulan de que Galuccio capte a Pemex.
Y también que se haga lo propio con Chevron, el gigante estadounidense con el que había pergeñado un acuerdo cuya firma definitiva no se había producido por un problema legal con la Corte Suprema. Pero la alta institución argentina ha levantado este miércoles el embargo que pesaba sobre Chevron por 19.000 millones de dólares, de forma que la compañía tiene ya manos libres para invertir 1.500 millones de dólares en Vaca Muerta junto a YPF.
Si Brufau cumple sus amenazas, Repsol tendrá que preparar sendas demandas contra la petrolera estadounidense y contra Pemex si ésta culmina con éxito las negociaciones con YPF.