Ana Mato está viviendo un infierno, está "destrozada". Así se lo ha transmitido la ministra a personas de su máxima confianza. Sufre un serio castigo político, que se explica después de que algunos medios de comunicación y el PSOE la hayan colocado en la diana, y también un drama familiar relacionado con las actividades de su ex marido, Jesús Sepúlveda, que este miércoles declarará ante la Audiencia Nacional para dar cuenta de los beneficios que obtuvo de la trama Gürtel.
El presidente es reacio a encarar una crisis ministerial que pueda interpretarse al dictado de un periódico o del PSOE
La ministra ha hablado con el presidente del Gobierno de su situación personal, que él ya conocía a grandes trazos, y ha recibido todo su respaldo. Exactamente igual que en 2009 cuando estalló el ‘caso Gürtel’, con el importante matiz de que ahora forma parte del Consejo de Ministros y de que Mariano Rajoy lo preside. El jefe del Ejecutivo es reacio a hacer una crisis ministerial que pueda interpretarse al dictado de un periódico o del primer partido de la oposición. Pero, según fuentes del PP, más compleja de gestionar para evitar esta crisis está siendo la embestida interna que procede del partido. La presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, ya ha dejado claro que ella, de gobernar La Moncloa, hubiera destituido a Mato, mientras que el jefe la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, le ha pedido a la ministra “explicaciones contundentes”. Otras voces menos sonoras, pero igual de influyentes, consideran que el cese de la titular de Sanidad valdría para soltar lastre y ganar algo de oxígeno. Este ataque desde dentro del partido es el que mayor desazón provoca a la ministra, quien detenta un perfil político poco dispuesto para las grandes convulsiones. Y ésta lo es, en parte porque quienes no han podido cobrar pieza alguna de caza mayor por el ‘caso Bárcenas’, al menos de momento, aspiran a poner a Rajoy en apuros disparando contra varios de sus ministros, con Ana Mato y Cristóbal Montoro en primerísimo plano.
Aguirre, Feijóo y otras voces menos sonoras del PP verían con buenos ojos el cese de la ministra, la embestida que más molesta a Ana Mato
La primera tendrá que responder este miércoles en el Congreso a cuatro preguntas del PSOE en las que se cuestiona su continuidad al frente de Sanidad. Y sabe que sólo es el comienzo. El ministro de Hacienda se enfrentará a una interpelación urgente de los socialistas sobre las responsabilidades políticas que piensa asumir ante los resultados de la amnistía fiscal. Es decir, un intento de reprobación en toda regla. Pero hay gran diferencia entre los dos y es que Montoro, que también cuenta con el pleno respaldo del presidente, afronta la ofensiva con deportividad e, incluso, con afán de represalia.
Si Mato aguanta la tormenta, las mismas fuentes no ven, a pesar de los rumores, crisis de Gobierno en el corto plazo. En primer lugar, porque supondría “un reconocimiento de culpa” y, por tanto, regalarle el balón al PSOE y a los medios que por diversos intereses arropan a su escuadrón, aunque sólo sea de forma coyuntural. Y en segundo lugar, porque es algo que el presidente quiere hacer, cuando toque, con entera libertad, sin que nadie pueda interpretar que actúa así como reacción al ‘caso Bárcenas’ y obedece, por tanto, a presiones externas.
Antes del primer baile ministerial es previsible que se produzcan relevos en las alturas del PP, con "homenaje" de despedida incluido, dicen fuentes de Génova
Dentro del PP hay, incluso, quien prevé que antes de que se produzca el primer baile ministerial habrá cambios en las alturas del partido con una despedida amable. Se habla incluso de “homenaje”, a algunas viejas glorias de la etapa de José María Aznar. Sería algo así como una primera fase del relevo generacional que quieren pilotar tanto la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría como la gobernanta de Génova, María Dolores de Cospedal, dentro de un horizonte que viaja hasta las elecciones municipales y autonómicas de 2015.