La hora de trabajo en el sector del automóvil de un alemán es un 80% más cara que la de un español: 45,7 euros frente a 25,5 euros, según datos que maneja la industria. Otros países como Francia, Suecia y Bélgica cuentan con salarios superiores a 40 euros la hora; Austria y Holanda, por encima de los 30 euros... España tiene ganada la batalla de la competitividad por el lado de los costes laborales... Pero no por mucho tiempo. En plena crisis económica, a España le han salido fuertes competidores que están empujando aún más los salarios a la baja.
Los grupos fabricantes del automóvil están reordenando sus negocios repartidos por todo el mundo y se encuentran desviando producción de un país a otro para ahorrar costes (los costes laborales representan entre un 9% y el 11% los costes de producción). Esto se traduce en que las empresas matrices están dando viabilidad económica a una fábrica en detrimento de otra, porque de momento el mercado está estancado por la caída de la demanda. Un ejemplo: Renault decidirá a finales de mes si España fabricará el nuevo Megane o se lo encargará a Turquía o Rumanía. De momento, el presidente de Carlos Ghosn se ha asegurado que España lo construirá con una mano de obra más barata (acaban de firmar con los sindicatos bajo la amenaza de más del 1.000 despidos).
En este sentido, los costes laborales en España son muy superiores a los de los nuevos países productores -hasta en 5,5 veces, por ejemplo, si nos comparamos con Rumanía-, que son hacia los que hay que volver la mirada cuando las casas matrices deciden nuevas inversiones. Además, esos países tienen menores costes logísticos, por estar más cerca de los principales mercados europeos.
España compite con los nuevos productores en la producción del coche pequeño
Además del factor del sueldo, España compite con estos nuevos países productores en el tipo de producto que fabrica. Las fábricas españolas producen fundamentalmente vehículos de gama de tamaño pequeño – medio en general, que son los mismos que fabrican los países con los que la Unión Europea están negociando los acuerdos comerciales.
España es un exportador cuyo mercado natural es Europa al que destina el 82,8% de la exportación. En los últimos años, como consecuencia de las dificultades del mercado interior y las dificultades del mercado de la UE, ya maduro, este ha ido diversificándose hacia países ajenos a la UE y en busca de mercados de mayor potencial. Corea, India, Japón... podrían convertirse en una amenaza para España, en este sentido.
A por el crecimiento mundial
Se espera que en 2018 el mercado mundial crezca un 51% gracias al tirón de la demanda de los mercados emergentes. La UE se está posicionando para este nuevo frente y beneficiarsa de este crecimiento.