La fusión con Banca Cívica obligará a Caixabank a realizar una ampliación de capital en el entorno del 9% para cubrir el canje de acciones que articulará el proceso de integración. La caja catalana pagará una cifra cercana a los 2,2 euros por cada título de Banca Cívica, lo que implica valorar el SIP de las cuatro cajas en una cifra cercana a los 1.100 millones de euros. En el caso de Caixabank, la cifra asciende hasta los 12.173 millones, teniendo en cuenta el precio actual de sus acciones (3,14 euros al cierre del pasado viernes)
De cara a este proceso y posibles operaciones corporativas a medio plazo, Caixabank anunció hace una semana que pedirá la autorización en su próxima Junta General, prevista para el 19 de abril, para poder realizar (si fuera necesario) dos ampliaciones de capital, en el plazo de cinco años, cercanas a los 7.000 millones. Una de ellas, de 1.920 millones, sería mediante aportaciones dinerarias. La segunda, de 5.000 millones, se ejecutaría a través de la emisión de valores convertibles o canjeables en acciones de Caixabank.
El canje para la fusión convertirá los algo más de 497 millones de títulos actuales de Banca Cívica en poco más de 345 millones de nuevas acciones de Caixabank, un 8,98% de su capitalización bursátil, siempre que todos sus accionistas (institucionales y minoristas) acepten la conversión.
Mientras, la participación de La Caixa, propietaria del 81,5% de su banco cotizado, se verá reducida aproximadamente en seis puntos, con lo que pasara a controlar algo mas del 74%.
La baja participación de Banca Cívica en el accionariado de Caixabank dejará sin poder ejecutivo a Antonio Pulido y Enrique Goñi, los dos copresidentes de la entidad que aglutina a la CAN, Cajasol, Caja Canarias y Caja de Burgos. Según fuentes conocedoras del proceso, Goñi y Pulido asumirán, con total probabilidad, meros cargos representativos, sin ningún tipo de poder de decisión.
De cerrarse el canje en esos 2,22 euros por título, los accionistas de Banca Cívica habrán sufrido una depreciación de sus títulos de un 17,8%, frente a los 2,70 euros por acción, precio de salida a Bolsa en julio pasado. Este precio supondría aplicar un descuento del 80% sobre el valor en libros de Banca Cívica o, lo que es lo mismo, se pagaría a 0,20 veces el valor contable. El precio de salida a Bolsa, en julio pasado, fue a 0,27 veces el valor contable. Pese a esta rebaja, los gestores de Cívica animarán a sus accionistas con toda seguridad a acudir al canje por las mejores perspectivas de futuro y los posibles mayores dividendos de Caixabank.
De hecho, Caixabank agrupa el negocio financiero de La Caixa, su participación en bancos internacionales y aseguradoras y las participaciones en Repsol y Telefónica. Según los datos del Informe de Gestión del banco cotizado, la rentabilidad por dividendo es del 6,1% y el beneficio neto consolidado por acción es de 0,27 euros, algo más de un 10% del precio de canje que se maneja.
En cuanto a la política de retribución a los accionistas de Caixabank con cargo a 2011, el banco mantiene pagos trimestrales de carácter ordinario por un importe mínimo total de 0,231 euros brutos por acción. En el mes de septiembre, se realizó el primer pago mediante el segundo Programa Dividendo/Acción CaixaBank, que repitió el éxito del anterior programa, con un 98% de aceptación. El 27 de diciembre se efectuó el pago en efectivo del primer dividendo a cuenta por importe de 0,06 euros brutos por acción. El Consejo de Administración del 15 de diciembre acordó el pago del segundo dividendo a cuenta con cargo a resultados de 2011 para el próximo 27 de marzo de 2012, por un importe de 0,06 euros por acción.
La operación de integración puede cerrarse hoy definitivamente si los consejos extraordinarios de ambas entidades deciden dar su conformidad a la fusión, después de unas últimas horas muy intensas de negociaciones para cerrar los flecos de la operación. El nuevo grupo se convertirá en el líder del negocio financiero nacional con alrededor de 355.000 millones en activos (y 179.000 millones en depósitos) desplazando a BBVA, que tras la compra de Unnim, suma 340.000 millones.