Andalucía

Stop balonazos en las playas de Cádiz: 40 balones ya han sido confiscados por la Policía Local

Los tres primeros días de julio, la Policía Local de Cádiz ha confiscado 40 balones en las playas de la capital gaditana, ya que, según las ordenanzas está totalmente prohibido jugar a la pelota a excepción de en los lugares habilitados para ello

  • Playa de Santa María del Mar de Cádiz -

La Policía Local de Cádiz trabaja a destajo en las playas de la capital para que se cumpla la ordenanza municipal en la que se recoge que está totalmente prohibido jugar a la pelota en la playa. Sólo en los tres primeros días de este mes de julio, los agentes han intervenido de forma cautelar de 40 balones a bañistas que se encontraban infringiendo la ordenanza. Estas pelotas se quedan depositadas en las jefaturas de la policía para evitar que continúen las molestias, y además se llevan a cabo las denuncias administrativas correspondientes.

Las playas, abarrotadas en cualquier día de verano, dejan cada vez menos espacio para los juegos. Hace ya algunos años, el conocido como “speaker de La Caleta” una de las playas de Cádiz con más solera, anunciaba por los altavoces “recordamos que los juegos de pelota están prohibidos, compraos un parchís”. Y es que esta ordenanza lleva vigente muchos años. Atrás quedaban aquellas primeras líneas de playas llenas de porterías de chanclas, pistas de tenis improvisado y partidos de voleibol a orillas del mar. La playa ahora es para tomar el sol, bañarse y descansar, aunque ello implique que cada vez es más difícil entretener a los más pequeños.

Plazas si, playas no

Poco a poco nos hemos acostumbrado a que los carteles que prohíben jugar a la pelota se hayan convertido en algo habitual en nuestras calles y plazas, pero, sin embargo, el anterior alcalde de Cádiz logró eliminar esta prohibición y en las calles y plazas de Cádiz se puede desde abril del pasado año jugar a la pelota. Sin embargo, ni Kichi, anterior regidor local, ni el actual Bruno García han eliminado esta prohibición de las playas y las pelotas empiezan a llenar las dependencias municipales, cuando el verano acaba de comenzar.

Pese a que en el momento pueden fastidiar la diversión de una jornada estival, estos balones confiscados no se los queda el Ayuntamiento ni se quedan olvidados para siempre en un local municipal. Los balones, que no son reclamados por sus propietarios al finalizar el verano, son entregados a entidades benéficas que trabajan con la infancia y a los colegios de la ciudad que lo solicitan.

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