Han pasado ya seis años de aquel 1 de octubre de 2017, cuando España siguió con expectación y angustia aquel referéndum para votar la independencia de Cataluña. Este año, el recuerdo de aquel día es especialmente doloroso para algunos, porque el conflicto catalán vuelve a ocupar la agenda pública y política. Con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, negociando seriamente la amnistía de los presos por aquel acto ilegal con los partidos independentistas y el referéndum, miles de catalanes se sienten "totalmente" "desamparados", "desolados" y "decepcionados", porque están viendo que "ellos [quienes rechazan la independencia] no cuentan para nadie". Y miran con esperanza a la movilización de protesta del ? en Barcelona contra los pactos de Sánchez.
Así lo han compartido con Vozpópuli asociaciones y líderes constitucionalistas, en conversaciones sobre el aniversario de este día tan simbólico para todos los españoles, especialmente en Cataluña. Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB), Societat Civil Catalana (SCC), Impulso Ciudadano y el presidente del PP catalán, Alejandro Fernández (figura clave en el 2017) son algunos de los que han querido manifestar a este periódico su "decepción" ante la más que posible concesión de la amnistía a los presos por el 1-O y la concesión de la vía para la posible celebración de un referéndum para que los catalanes voten su posible independencia.
La presidenta de AEB, Ana Losada, cuenta que la palabra que define la sensación que están sintiendo estas semanas los que, como ella, quieren que se cumple la constitución y que tienen un pensamiento distinto al "impuesto" es "desolación". "Vemos que seis años después dan la razón a quien quiere destruir la democracia. Es un golpe ver que se vende con tanta facilidad", lamenta.
Su pena se agrava todavía más porque, más allá de que se estén "violando los principios democráticos", el Govern ha conseguido convertir en culpables a los que "solo quieren defender la Constitución". "Queda reflejado, con este desprecio a nuestras peticiones, que hay ciudadanos de primera y de segunda, pese a que ese segundo nivel sea el que representa a la mayoría de catalanes".
Desde SCC muestran una posición muy parecida: "Ni es apropiado, ni aporta nada a la solución. Nos sentimos desamparados por los dos Gobiernos. El Govern, porque no escucha las otras voces que pedimos la unidad. Y con el Gobierno central porque nos utiliza como cromos para cambiar. Y nosotros, los constitucionalistas, somos fundamentales". Así lo expresa el vicepresidente la societat, Alejandro Ramos, en conversaciones con este diario.
Y mismas sensaciones en Impulso Ciudadano, otra asociación más que surgió con la intención de dar voz a los que quieren la unidad de España. "Este 1-O lo vemos con gran desilusión y desánimo, porque vemos cómo una vez más los que quieren desmantelar la democracia, los que quieren que la Constitución no se cumpla, van a salir premiados. Sabemos que es muy difícil, porque quieren los votos de los partidos independentistas para conseguir revalidar su Gobierno, pero ojalá no se materialicen esas peticiones ilegales", señala Pepe Domingo, presidente de la institución.
Y líderes del PP catalán, como Alejandro Fernández, también ven con malos ojos la realidad que se abre con certeza: "La amnistía deslegitima la democracia española, la Constitución y traslada la idea de que somos una dictadura. Quitarles la pena es todo un incentivo para que el separatismo "lo vuelva a hacer", pero esta vez con total impunidad y sin nadie enfrente que pueda frenarlos, y humilla a todos los servidores públicos que frenaron el golpe de 2017, como jueces, policías, CNI, Hacienda... Pero humilla especialmente a los millones de catalanes que nos opusimos al golpe autoritario y unilateral, arriesgando mucho frente a quien acusa de colono y traidora todo aquel que no se pliegue al separatismo", sentencia el popular.
Los constitucionalistas, sin apoyos
Uno de los grandes problemas que están perjudicando a los constitucionalistas es que están "solos". "El constitucionalismo tiene más apoyo que el independentismo, de hecho en las últimas elecciones han perdido alrededor de 900.000 votos. Pero ellos se movilizan más y mejor", cuenta el representante de SCC.
Desde AEB desarrollan este problema en profundidad. "Nosotros no tenemos escaños para chantajear al PSOE como el nacionalismo y que nos necesiten para la investidura; somos un cero a la izquierda. [...] Y además, nadie nos apoya realmente. Somos solo la gente. Algún partido nos da una palmada en la espalda, ¿pero eso de qué sirve? El independentismo tiene una red económica detrás enorme. Nosotros no; y aunque seamos mayoría, es una lucha contra Goliat. Necesitamos apoyos sólidos que nos permitan también a nosotros construir un relato", desarrolla Losada.
Si se concede la amnistía, ¿habrá merecido la pena 'luchar'?
Sobre si la lucha por el cumplimiento de la Constitución ha merecido la pena, y sobre si merecerá, los líderes y las asociaciones ven claro que sí, pese que esta es "una clara derrota": "Por supuesto que hay que seguir luchando: si nuestro objetivo fuera medrar y llevar una vida cómoda, en Cataluña nos habríamos hecho convergentes. Elegimos el camino más complicado, pero más gratificante", señala el líder del PP catalán.
"La lucha siempre merece la pena, y sabemos que estamos en el lado correcto de la historia. No porque nuestra idea sea mejor; sino porque la hemos defendido justamente. Pero obviamente, sí nos preguntamos si realmente ha merecido la pena tanto sufrimiento, porque hemos tenido que callarnos muchas veces. La solución está en no bajar la cabeza pase lo pase, en movilizarnos. Hay una cosa que tienen que saber. El constitucionalismo terminará estallando. Si el gobierno transmite que las reglas se pueden cambiar, también nosotros terminaremos pidiendo eso", declara, enfadada, la presidenta de AEB.
Desde SCC e Impulso Ciudadano tienen el mismo punto de vista. "La solución está en el diálogo, no en un referéndum ni en una amnistía. Está en el Estado de las autonomías, en una negociación en la que estemos, al menos por una vez, las dos partes. Porque en el referéndum, unos ganan y otros pierden. Y están cediendo al capricho de una parte", señalan en la primera. En la segunda institución añaden: "Hay que reforzar las instituciones constitucionales, cohesionar institucionalmente España, armonizar las competencias o reformar el ordenamiento jurídico. Esas son algunas de las posibles soluciones al problema catalán. Pero nunca rendirse".