En España, según datos de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), cerca de tres millones de personas padecen asma, una enfermedad crónica que a día de hoy no tiene cura definitiva. Las personas asmáticas tienen más posibilidades de sufrir una crisis o un ataque de asma en otoño, ya que la exposición a diferentes ácaros y alérgenos es mayor en estos meses fríos, que en otras épocas del año.
“El asma es fruto de la inflamación y de la contracción de los músculos de las vías respiratorias, de manera que se dificulta su respiración. En otoño, con los resfriados y una mayor exposición a ácaros y a alérgenos, esta inflamación y estrechamiento consiguiente de los bronquios puede dar lugar a episodios de agudización de la enfermedad”, alerta el Dr. Carlos Agustí, jefe de Neumología del Hospital Universitari Sagrat Cor. Además, los cambios de temperatura del otoño y las temperaturas más frías también pueden ser un desencadenante de la enfermedad, empeorando los síntomas de estos pacientes.
Cerca de tres millones de personas padecen asma en España, una enfermedad crónica que a día de hoy no tiene cura definitiva
Principales síntomas del asma
Entre sus principales síntomas, este experto mantiene que se encontrarían la tos y las sibilancias, así como la opresión en el pecho, o la falta de aire. “En ocasiones, los pacientes asmáticos presentan cuadros graves; de ahí que sea necesario un diagnóstico precoz para un mejor control y gestión adecuada de la enfermedad”, subraya, recordando que no es una patología estacional, si bien ésta se intensifica en aquellas épocas del año en las que la humedad y la temperatura favorecen el desarrollo de ácaros, como son la primavera y el otoño.
Dr. Carlos Agustí, jefe de Neumología de Hospital Universitari Sagrat Cor.
No se puede curar
El asma es una enfermedad con componente genético que hace que los bronquios se colapsen temporalmente por muy diversos estímulos, apareciendo los síntomas referidos. En la mayoría de los casos se consigue un buen control de la enfermedad evitando dichos estímulos en la medida de lo posible y utilizando medicación apropiada, básicamente con el uso de broncodilatadores inhalados.
“Las personas asmáticas están en riesgo de empeorar sus síntomas en otoño e invierno; en estos casos es importante acudir al especialista (neumólogo o alergólogo) para realizar una evaluación médica y modificación del tratamiento si fuera necesario”, defiende el doctor Carlos Agustí.
Aunque no es una patología estacional, el asma se intensifica en aquellas épocas del año en las que la humedad y la temperatura favorecen el desarrollo de ácaros, como la primavera y el otoño
Consejos para afrontar el asma en otoño
Con todo ello, este especialista en Neumología recuerda los principales consejos que las personas con asma alérgico, especialmente cuando dicha alergia se debe a los ácaros, deben seguir durante los meses más fríos del año para tener controlada la enfermedad y prevenir una posible crisis asmática:
- Ventilar la casa a primera hora de la mañana.
- Utilizar colchones antiácaros o fundas de este tipo.
- Cambiar y lavar las sábanas con frecuencia a una temperatura de 60 grados y secarlas al sol.
- Evitar objetos que acumulen polvo y que sean difíciles de limpiar, como alfombras, peluches o libros, entre otros.
- Mantener una buena limpieza en el hogar: suelos, paredes u otras superficies que puedan acumular polvo.
- Limpiar el polvo con aspirador provisto de filtro HEPA o depósito de agua y, sobre todo, no levantar polvo al barrer.
- Utilizar filtros antialérgenos para el aire acondicionado en casa y en el coche.
- Evitar en lo posible ambientes contaminados.
- Cumplir el tratamiento indicado de manera regular. Realizar ejercicio físico moderado con calentamiento previo para evitar la aparición de broncoespasmos.
“El otoño puede representar un desafío para las personas con asma, por lo que es necesario tener un buen control de la enfermedad, especialmente en los meses más fríos del año”, concluye el experto en Neumología del Hospital Universitari Sagrat Cor, que recomienda acudir a una revisión con el médico especialista para valorar posibles ajustes de la medicación.
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