"Ya no vengan", piden las autoridades a los cientos de personas que quieren llegar a Valencia estos días desde todos los puntos de España. La razón es que se están colapsando las vías de acceso a la zona, ya castigadas de por sí por la acción del temporal.
Los vecinos, por suparte, agradecidos por toda la ayuda y los mensajes de ánimo que les llegan. Cualquiera ayuda es poca y es que, "aunque viniese toda València no sería suficiente", aseguran. Los voluntarios han sido los protagonistas sin duda durante las primeras horas, las del rescate. El Gobierno no dejaba actuar ni a la Policía ni al Ejército, por muchas ganas que los efectivos tuviesen de arrimar el hombro en la que ya se conoce como la mayor catástrofe de la historia de España.
Los damnificados han echado en falta la actuación de las Administraciones, se han sentido solos, y por eso están eternamente agradecidos a las personas que desinteresadamente han llegado desde las localidades cercanas, caminando durante horas, con alimentos y comidas. Bienes que comienzan a escasear y que ahora tendrán que repartir los efectivos desplegados para tal efecto.
Los afectados de pueblos como Benetússer, Sedaví y Alfafar han hecho estas declaraciones en respuesta a las peticiones hechas por la Generalitat Valenciana este viernes por la mañana, cuando ha solicitado frenar los desplazamientos de voluntarios para no "colapsar las vías".
La Generalitat ha pedido de forma oficial que los voluntarios no se desplacen a estas zonas en coche: "los servicios de emergencia no pueden acceder", aseguran, aunque a partir de mañana sábado se fletarán autobuses para todos aquellos que se quieran acercar a apoyar la acción de los efectivos oficiales.
Por su lado, los vecinos y los voluntarios que estos días han acudido en masa a ayudarles aseguran que las manos son más que bienvenidas: "Ha venido mucha gente a ayudar. Yo he venido de Torrent andando y he visto a muchísima gente con escobas, palas", aseguraba Luis Manuel desde Benetússer, donde ha acudido a pie a limpiar la casa de sus primos.
Para Álvaro Miguel la afluencia de personas desde todos los puntos de València ha sido "impresionante" y los vecinos "están felices de que les ayudemos. A pesar de la tragedia, la cantidad de gente que se ha volcado a ayudar, especialmente los jóvenes, se hace más llevadero para todos los que han perdido su negocio, su casa y su coche", ha asegurado este voluntario, quien ha lamentado que la ayuda de las instituciones "no está".
Claudia, vecina de Alfafar que ha sacado a la calle lo poco que quedaba en el almacén de su empresa de catering para cocinar un arroz para los voluntarios, ha aseverado que "lo que hace falta que nos hagan caso, sobre todo el alcalde, que no ha aparecido en ninguna zona".
"Debería ensuciarse de barro para saber lo que les pasa", ha esgrimido Claudia, mientras otros vecinos que pasaban por su lado preguntaban "¿dónde está Mazón?".
Precisamente, el alcalde de esta localidad, Juan Ramón Adsuara, pidió este jueves ayuda para su población, "que no ha visto un camión de bomberos ni a la Guardia Civil en días", y en declaraciones a À Punt avisó de que en Alfafar "hay gente que está conviviendo con cadáveres en sus casas".
Para Daniel, vecino de Sedaví, los voluntarios son y van a seguir siendo "súper necesarios. Con todo lo que hay, aquí no sobra nadie, yo en mi caso no necesito ayuda porque vivo en un segundo y ahí no ha llegado el agua, pero en los bajos hace falta mucha ayuda, sacas barro y no para", ha contado a EFE.
También para Ignacio la ayuda de los miles de voluntarios que este viernes se han acercado a los pueblos desde València y otros puntos está siendo imprescindible para poder llevar a cabo las tareas de limpieza de las casas.
"Lo llevamos poco a poco, limpiando, por suerte con mucha ayuda de gente de fuera que al menos está viniendo, pero hay barro por todos lados y las casas están anegadas", ha explicado este valenciano, quien ha asegurado que en estos duros momentos, "los ánimos se sacan de donde haga falta":
"Vamos echando todos una mano, no hay otra manera ahora, no tenemos otra opción", ha expresado ahora ya más tranquilo después de "unos primeros días de locura", cuando "la gente entró en pánico".
Emilio Iranzo ha llegado a Alfafar caminando con un grupo scout de Benimaclet. "Movilizamos a los padres y hemos estado coordinándonos para poder venir y echar una mano", ha explicado el cabecilla de este grupo de unos 20 jóvenes, quienes aseguran que las víctimas de la dana "echan en falta manos", especialmente para sacar enseres de la case y limpiar el barro de la calle y de los bajos de las casas.
"Nos estamos dando cuenta de que hay sitios que apenas reciben ayuda y sí que es necesario", han subrayado armados con palas, escobas y cubos.
Para Maria José Valero la ayuda de los voluntarios y de sus vecinos ha sido fundamental. "Nos hemos apoyado todo lo que hemos podido", ha defendido esta vecina de Alfafar con lágrimas en los ojos, mientras remarcaba la solidaridad que está viviendo el pueblo, en cuyas calles todavía es prácticamente caminar sin encontrar muebles y coches amontonados bloqueando los accesos.