Internacional

El papa Francisco en Lisboa: "¿Hacia dónde vas Europa si no ofreces caminos para poner fin a la guerra en Ucrania?

El pontífice ha criticado las "leyes sofisticadas" que se han aprobado en Europa como la ley de eutanasia y la falta de acogida a los migrantes

El papa Francisco ha llegado este miércoles a Lisboa para participar en los actos de la Jornada Mundial de la Juventud con una apretada agenda que abarca hasta el próximo día 6 e incluye, entre otras actividades, una visita al santuario de Fátima.

El avión papal de la compañía Ita Airways ha aterrizado en la base militar de Figo Maduro a las 9:44 hora local (8.44 GMT), con unos 15 minutos de adelanto sobre la hora inicialmente prevista, y fue recibido al pie de la escalerilla por el presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa.

El papa ha avanzado por la pista del aeropuerto en silla de ruedas y, tras una breve ceremonia de bienvenida, se ha trasladado al Palacio Nacional de Belém, residencia oficial del presidente, donde se reunirá en privado con Marcelo de Sousa.

El Papa Francisco ha dedicado su primer discurso en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que se celebra en Lisboa, a reprochar a Europa que no ofrezca soluciones "creativas" ni "procesos de paz" para "poner fin a la guerra de Ucrania" y otros conflictos en el mundo.

"Estamos navegando en circunstancias críticas, tempestuosas, y percibimos la falta de rumbos valientes hacia la paz. Mirando con cariño sincero a Europa en el espíritu de diálogo que nos caracteriza, nos saldría espontáneo preguntarle: ¿Hacia dónde navegas si no ofreces procesos de paz, caminos creativos para poner fin a la guerra en Ucrania y a tantos conflictos que ensangrientan el mundo?, ha preguntado el Pontífice.

Así lo ha indicado en su discurso durante un encuentro con autoridades de Portugal, con la sociedad civil y el cuerpo diplomático en el Centro Cultural de Belém, en el primer día de su visita a Lisboa.

En este sentido, el Papa ha asegurado que sueña con una Europa, corazón de occidente, "que utilice su ingenio para apagar los focos de la guerra y encender luces de esperanza", que sepa "redescubrir su alma juvenil, soñando con la grandeza del conjunto y yendo más allá de las necesidades de lo inmediato", con una Europa "que incluya a los pueblos y sus gentes con cultura propia, sin perseguir teorías ideológicas y colonizaciones".

Por otro lado, ha criticado las "leyes sofisticadas" que se han aprobado en Europa como la ley de eutanasia y la falta de acogida a los migrantes. "¿Hacia dónde navegan Europa y Occidente con el descarte de los ancianos, los muros de alambre espigado, las tragedias en el mar y las cunas vacías?", ha cuestionado también el Pontífice.

En un discurso pronunciado en italiano que ha girado en torno a las referencias al océano, Francisco ha lamentado que en un mundo desarrollado, "hoy, paradójicamente se ha convertido en una prioridad la defensa de la vida humana" que, según ha advertido, ha sido "puesta en peligro por derivas utilitaristas que la desechan".

"Pienso en tantos niños no nacidos y ancianos abandonados a su suerte, en la dificultad para acoger, promover e integrar a los que vienen de lejos y llaman a las puertas, en la soledad de muchas familias que luchan por criar a sus hijos", ha añadido.

Asimismo, ha criticado algunas "leyes sofisticadas" aprobadas en Europa y, en concreto, se ha referido a la ley de eutanasia que, a su juicio, ofrece "un remedio equivocado como fácil acceso a la muerte".

Lisboa, capital del mundo

Además, se ha referido a la ciudad anfitriona de la JMJ, Lisboa, que "abraza diferentes pueblos y culturas" y que estos días "se vuelve más universal". "En cierto sentido, se transforma en la capital del mundo", ha destacado.

Lisboa, según ha señalado el Pontífice, como "ciudad del océano", recuerda la importancia del conjunto, "de pensar las fronteras como áreas de contacto, no como fronteras que separan" y ha afirmado que puede "sugerir un cambio de ritmo" en medio de un mundo "dividido" a la hora de enfrentarse a los problemas globales.

"Sabemos que hoy las grandes preguntas son globales, pero a menudo experimentamos ineficacia para responderlas precisamente porque ante problemas comunes el mundo está dividido, o al menos no lo suficientemente cohesionado, incapaz de enfrentar unidos lo que pone a todos en crisis. Parece que las injusticias planetarias, las guerras, las crisis climáticas y migratorias corren más rápido que la capacidad, y muchas veces la voluntad, para enfrentar juntos estos desafíos", ha explicado.

A juicio del Papa Francisco, "el mundo necesita de la verdadera Europa", de su "papel de puente y de pacificador en su parte oriental, en el Mediterráneo, en África y en Oriente Medio".

De esta forma, considera que Europa podrá llevar a la escena internacional su "originalidad específica", surgida en el siglo pasado cuando, desde el crisol de los conflictos mundiales, "dejó brotar la chispa de la reconciliación, haciendo realidad el sueño de construir el mañana con el enemigo de ayer, para iniciar caminos de diálogo, caminos de inclusión, desarrollando una diplomacia de paz que apague los conflictos y alivie las tensiones, capaz de captar los más leves signos de distensión y de leer entre las líneas más torcidas".

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