El Ayuntamiento de Flix (Tarragona) ha prohibido el uso del agua de grifo para beber o cocinar por la presencia, en altos niveles, del plaguicida propetanfós y del desinfectante THM denominado bromodicolormetano, lo que la convierte en no apta para el consumo humano.
El ayuntamiento explica en un comunicado que los análisis realizados el viernes indican la presencia de esos compuestos y que se encuentra a la espera de los resultados de las contraanalíticas ya realizadas. Indica, asimismo, que ha adoptado la decisión tras abordar el asunto con la agencia de Salud Pública de Cataluña.
La presencia de esas sustancias obliga, en consecuencia, a no beber ni cocinar con agua del grifo, reducir el tiempo de las duchas y baños, y hacerlo, si es posible, con el agua más fría posible, además de ventilar baños y cocinas.
"Quien necesite una alternativa a la compra de agua embotellada", puntualiza el ayuntamiento en un comunicado, " tendrá un servicio gratuito de aprovisionamiento con un camión cisterna ubicado en la avenida President Companys de 09:00 a 21:00 horas mientras no se normalicen los valores".
Los llamados thihalomentanos (THM), explicita el consistorio, son unos subproductos que se forman por la reacción del cloro, utilizado para la desinfección del agua, con presencia de materia orgánica en el agua captada.
Sus valores dependen de la concentración de materia orgánica y de algunos iones del agua de origen, su temperatura y el nivel de ph. "La cloración del agua", continúa, "permite garantizar su calidad microbiológica".
Por eso, puntualiza, hay que subrayar la importancia de priorizar la calidad microbiológica del agua y no comprometer la eficacia de la desinfección.
Sin embargo, la norma recomienda que la concentración de THM se mantenga en los niveles más bajos posibles, dada la clasificación como posibles cancerígenos de algunos THM (clasificación Grupo 2B IARC) y la posible relación entre estos compuestos (especialmente lo THM bromados) con posibles efectos adversos para la función reproductora.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la mayoría de los THM presentes en el agua se transfieren al aire debido a su volatilidad, lo que hace que los humanos estén expuestos a los mismos tanto por su ingesta como por inhalación o exposición dérmica durante la ducha o el baño.
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