La vida en el Congreso, la vida mejor. O al menos así debe pensar Gabriel Rufián. Porque de aquel "en 18 meses dejaré mi escaño para regresar a la República Catalana" que dijo el político catalán en una entrevista a Público en diciembre de 2015 ya no queda nada: seis años y medio después de su fecha límite para abandonar el parlamento, sigue ocupando un sillón y todo apunta a que seguirá en ello cuatro años más. O al menos, esa es su intención, ya que está en las listas de ERC para las próximas elecciones generales.

En otra entrevista, en este caso con ElNacional.cat, fue todavía más tajante, ya que aseguró que ni él, ni ningún miembro de ERC estaría "ni un día más de los 18 meses que marca la hoja de ruta y, cuando se proclame la independencia de Catalunya marcharse, porque ya habremos hecho nuestro trabajo". Cuestionado por un plan B en caso de no lograr una independencia catalana, insistió en lo mismo: "todo el mundo quiere que se haga de la mejor manera posible en los tiempos que tenemos, 18 meses, no estaremos ni un día más. Si es menos, mejor. Si es más, peor. Pero no estaremos ni un día más".

El plan B, por lo que ha quedado constatado, ha sido justo el contrario: va a vivir sus terceras elecciones generales fuera de plazo y de conseguir un escaño el 23-J, Rufián estará una década 'de más' en el Congreso de los Diputados. Ha pasado de pretender abandonarlo en junio de 2017 a perpetuarse en él hasta, como mínimo, julio de 2027. Porque muy mal se le tiene que dar al político catalán para no ser diputado en la próxima legislatura: es el nº1 por Barcelona de ERC para las próximas elecciones generales.

Para saber si hay posibilidades de que Rufián se quede fuera del Congreso de los Diputados, solo hay que observar qué sucedió en Barcelona en los comicios de 2019. En la Ciudad Condal, ERC sacó siete diputados el 10-N y el 28-A obtuvo uno más. Además, si vemos los sondeos para este 23-J, todos indican que el partido independentista obtendría en torno a ocho escaños en toda España, resultados similares a los de comicios anteriores. Por tanto, que el de Santa Coloma pueda quedarse sin escaño es una posibilidad muy remota, por lo que con toda seguridad, estará en el parlamento diez años más de lo que en su momento señaló.

Hubiese dejado de ganar un millón de euros del Congreso

Al fin y al cabo, Gabriel Rufián tiene en estos momentos un generoso sueldo público -129.747,24 euros anuales, según Transparentia- al que debe resultar difícil renunciar. En estos diez años 'de más', Gabriel Rufián acabará ganando en torno a 700.000 euros que de haber renunciado no tendría. A ello hay que sumar sus años como portavoz, además de las dietas, por lo que de haber renunciado habría dejado de ganar, al menos a costa del presupuesto del Congreso de los Diputados, más de un millón de euros.

Compatibilizará su escaño en el Congreso de los Diputados con su trabajo como edil en Santa Coloma de Gramanet, donde no percibirá sueldo alguno, ya que ha renunciado a él. "Ni acumularé cargos ni acumularé riqueza", dijo durante la campaña electoral del 28-M y mantendrá su palabra. Será el líder de la oposición y según fuentes de ERC, podrá compatibilizar este trabajo con su presencia en Madrid, ya que en la ciudad catalana solo hay un pleno al mes y este se celebra siempre en lunes.