Tres semanas han pasado desde la detención de Evan Gershkovich, el periodista estadunidense de The Wall Street Journal, por presunto espionaje a Rusia. Su libertad sigue siendo una incógnita y todo indica que su prisión preventiva se postergará hasta que el Kremlin decida desestimar su caso o, por el contrario, juzgarle por los crímenes por los que se le acusa.

Este martes, el Tribunal Urbano de Moscú ha tomado la decisión de rechazar la apelación de la defensa contra el arresto del corresponsal. La institución rusa ha asegurado que la decisión del tribunal de primera instancia sobre la medida cautelar en forma de arresto de Gershkovich seguirá en vigor y que no se realizarán cambios. La abogada estadounidense encargada de la defensa del prestigioso periodista trato de dejarle en libertad recurriendo que los dos meses que deberá pasar entre rejas no están justificados.

Lo que se pedía recurrir es que el arresto pasará de una prisión preventiva, a un arresto domiciliario. Con este ligero cambio se podría asegurar la seguridad física y mental del corresponsal, el cual se sigue sin saber de manera clara cuáles son las condiciones en las que se encuentra, ni los tratos que está recibiendo por parte de la seguridad carcelaria. Este tema ha llegado hasta tal punto de gravedad que la empresa Dow Jones, propietaria del The Wall Street Journal, ha comunicado a los letrados de Evan Gershkovich la disposición por parte de la entidad de pagar la fianza desorbitada de 612.000 dólares.

El periodista estadounidense ha tenido que comparecer durante la sesión, momento que ha aprovechado para mostrar su actitud ante todo el revuelo que se está formando en torno a su persona. Ni nervios, ni cara de circunstancia, la reacción del corresponsal ha sido sonreír. Desde que entró, su sonrisa no se borró en toda la vista que ha tenido lugar en una cámara de cristal ante la presencia de numerosos periodistas. Tras finalizar, las autoridades de Putin le han devuelto a la prisión de Lefórtovo, lugar donde está cumpliendo su medida cautelar. Antes de salir del juzgado, el tribunal ha preguntado a Evan Gershkovich que si necesitaba la traducción del veredicto, el cual ha negado la petición aclarando que había entendido todo lo que se dictamina al pie de la letra.

Tatiana Nozhkina, la encargada desde el primer momento de la defensa del estadounidense, aclaro ante el Tribunal Urbano de Moscú que su cliente defenderá hasta última estancia su derecho fundamental de ejercer el periodismo y que "está bien y agradece a todos el apoyo". Declaraciones que han sorprendido a la audiencia, recalcando que el reportero no pierde el tiempo durante su estancia en la cárcel y que se pasa los días leyendo "Guerra y paz" de León Tolstói, ejercitando su cuerpo para estar en buena forma y viendo la televisión en sus ratos muertos.

No solo estaba presente la abogada en Moscú, sino que, para mostrar su apoyo a Evan Gershkovich, ha estado presente la representante de la embajada de Estados Unidos en Rusia, Lynne Tracy. La embajadora tuvo el privilegio de visitar al reportero tras conseguir, después de un proceso burocrático de lo más tedioso, la autorización por parte del Kremlin. De hecho, Tracy no se ha cortado ni un pelo y ha criticado duramente a Rusia afirmando que “la acusación no se basa en nada" y que, por parte de su país natal, seguirán tratando de sacarle de la cárcel y "exigiendo a Rusia que le libere".

Una decisión que genera problemas entre Rusia y Occidente

La libertad de expresión es un derecho fundamental y parece que Rusia tiene con estandarte silenciar a todo aquel que no piense como él, ya sea acusándole de delitos sin ningún tipo de verificación o bien con medidas aún más extremas. María Zajárova, la portavoz del Ministerio de Exteriores, ha metido el miedo en el cuerpo a todos los diplomáticos y embajadores que se encuentran en territorio ruso.

El mensaje ha sido claro y conciso, todo aquel que cree división en la sociedad por culpa de sus comentarios sobre el juicio de Evan Gershkovich será expulsado del Kremlin de manera inmediata. Y no es para nada un farol por parte de la ministra, ya que hay un precedente de hace relativamente poco. Decenas de diplomáticos occidentales fueron exportados de Rusia por posicionarse en el juicio contra el opositor Vladímir Kara-Murzá, el cual tendrá que cumplir una condena de 25 años de cárcel.

¿Cuál es la condena a la que se enfrenta Evan Gershkovich?

El periodista norteamericano fue acusado el pasado día 7 de abril por parte del Servicio Federal de Seguridad (FSB) de espionaje a Rusia. Una acusación que, desde un primer momento, no ha tenido una base en la que puedan corroborar dicha afirmación. Sin embargo, desde que ingresará en la prisión de Lefórtovo hace tres semanas la medida cautelar no ha tenido ninguna modificación a pesar de las constantes réplicas por parte de los letrados del reportero.

El espionaje es un tema muy serio y más cuando entra en la ecuación Rusia, uno de los países que no le tiembla la mano a la hora de dictar sentencias. Por ello, la situación a la que se enfrenta Gershkovich es muy delicada y la reacción del gremio está a la altura de la gravedad. De hecho, decenas de periodistas independientes rusos escribieron una carta demandando su liberación y calificando de gratuita la acusación de espionaje. Lo realmente alarmante es que, según lo que se indica el artículo 276 del código penal ruso, el cargo por el cual se le juzga acarrea una pena de cárcel de hasta 20 años. La liberación del corresponsal se decidirá en las próximas semanas y sus abogados harán todo lo que esté en su mano para que no tenga que pasarse el resto de sus días entre barrotes.