"Vamos a llevar los impuestos lo más lejos posible, somos insaciables". Así lo ha advertido el diputado de EH Bildu Oskar Matute en el debate en el que el Pleno del Congreso ha rechazado la única enmienda a la totalidad, presentada por Ciudadanos, a la proposición de ley que crea los impuestos a banca y energéticas, en la que el Gobierno prevé introducir el impuesto a grandes fortunas en una enmienda.
El diputado de Bildu ha avisado de que van a buscar que se endurezcan los impuestos todo lo posible "para que las empresas vayan devolviendo lo robado", unos planes que el resto de socios de Pedro Sánchez ha refrendado. Quieren que estos impuestos sean permanentes, que tengan tipos más altos y que afecten a más empresas. Joan Margall, de ERC, promueve que el impuesto sea permanente. Esquerra no defenderá "a las empresas del palco del Bernabeu" que siempre ganan "gobierne quien gobierne", ha destacado.
Por parte de Unidas Podemos, Txema Guijarro ha criticado a Cs por plantear un impuesto que deja exento el 20% de los beneficios de las empresas afectadas, lo que supone pedirles "una compensación raquítica" por los beneficios extraordinarios generados por la crisis.
Guijarro ha alertado de que los 3.500 millones que los impuestos a banca y energéticas prevén recaudar al año suponen una compensación "parcial" que Podemos ha tenido que admitir "en aras de lograr el acuerdo con sus socio", pero que los morados consideran que "ni de lejos se acerca a los beneficios obtenidos. A razón de 3.500 millones, necesiatarían otros 20 años para que devuelvan a la sociedad lo recibido".
Desde que se anunciaron los nuevos impuestos, Podemos se ha manifestado a favor de que sean permanentes.
Néstor Rego (BNG) también ha reclamado que los impuestos sean permanentes y ha considerado que estos impuestos llegan tarde, ya que cree que el Gobierno sólo actúa cuando no le queda más remedio, y ha apuntado a ampliar las empresas afectadas por los gravámenes. Joan Baldoví (Compromís) ha afeado a Cs que escoja "el equipo de Iberdrola" en lugar del de "la gente corriente".
El diputado de PDeCAT Ferrán Bel ha dicho que prefiere trabajar por enmendar la propuesta de PSOE y Podemos porque "el original cuenta con una mayoría más sólida" que la alternativa de Cs, mientras que la portavoz del PNV Idoia Sagastizabal cree que el Gobierno tendrá más sensibilidad respecto a los regímenes fiscales propios de País Vasco y Navarra.
La enmienda a la totalidad de Cs ha sido rechazada con 188 votos en contra, 62 a favor y 91 abstenciones, en la tarde en que el Banco Central Europeo (BCE) ha publicado su informe sobre el impuesto a la banca, en el que recomienda realizar un "análisis exhaustivo" de sus posibles consecuencias negativas e insta a los bancos a repercutirlo a sus clientes.
El veto sólo ha sido respaldado por Vox, pero no por el PP, que se ha abstenido, aunque votó en contra de su toma en consideración en el Congreso.
La diputada de Cs María Carmen Martínez Granados ha defendido que los gravámenes no se ajustan a lo establecido en el marco europeo, que no se deben calcular sobre los ingresos sino sobre los beneficios de las empresas, que sólo deberían aplicarse sobre los resultados de 2022 y que tendrían que tener carácter finalista.
El diputado de Vox Rubén Manso ha dicho que la enmienda de Cs es acertada en algunos aspectos, pero no en su intención de reformular unos impuestos que ha considerado una "chapuza tributaria" que disminuirá la inversión en España y obligará a las empresas a pagar aunque den pérdidas.
El diputado del PP Gabriel Elorriaga ha anunciado que pedirá comparecencias de expertos y un dictamen jurídico antes de presentar enmiendas a una proposición de ley que ha tachado de "fraude legislativo" y al procedimiento parlamentario.
Ley fiscal 'Frankenstein'
El impuesto a grandes fortunas no se tramitará como proyecto de ley. El Gobierno volverá a saltarse a Consejo de Estado y lo incluirá como enmienda en la proposición de ley que crea los impuestos a banca y energéticas.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, confirmó en la presentación de los Presupuestos en el Congreso este extremo, junto con la subida del Impuesto sobre Sociedades a grupos consolidados que anunció en el paquete fiscal para 2023. El impuesto a grandes fortunas no puede incluirse en los Presupuestos, que no pueden crear impuestos, pero técnicos del Ministerio recomendaban tramitarlo como proyecto de ley, a pesar de que meterlo directamente en la proposición de banca y energéticas es la opción más fácil y más rápida.
Esta proposición se perfila como un texto fiscal Frankenstein, en el que fiscalistas consultados por Vozpópuli muestran su preocupación con lo que puede salir de la tramitación de unos nuevos impuestos a banca, energéticas y grandes fortunas que se prepararon a toda prisa, que no han pasado por el control del Consejo de Estado ni de otros organismos y sobre los que no se ha consultado a los sectores afectados ni a las comunidades autónomas, cuando presentan dudas de doble imposición y constitucionalidad y se prevé una avalancha de pleitos.
El impuesto a grandes fortunas, además, entrará en vigor en 2022 y se declarará la próxima primavera, un año antes de lo que anunció Hacienda en un primer momento.