El número 10 de Downing Street se prepara para acoger a nuevos inquilinos con el nombramiento de Rishi Sunak como líder del Partido Conservador y nuevo primer ministro de Reino Unido. Le acompañará su esposa, Akshata Murty, con quien forma una de las parejas más ricas del país con una fortuna estimada en unos 850 millones de euros.

Murty (42 años) es la heredera del cofundador de la tecnológica Infosys, y se convertirá en el apoyo del primer ministro y una de las caras más visibles de Reino Unido hacia el mundo. La multimillonaria ya era un rostro conocido en los diarios británicos, entre otros y muy a su pesar, por un escándalo fiscal que destapó que hasta abril -cuando saltó la polémica- no tributaba en Reino Unido.

De ir a la escuela en un triciclo de mercancías a Standford

Nació en abril de 1980 y su familia -según cuenta Le Figaro- la envió a vivir con sus abuelos paternos mientras sus padres impulsaban sus carreras en Mumbai. Su padre era entonces un joven programador informático que se preparaba para lanzar Infosys, empresa que haría a la familia multimillonaria -la riqueza de Murty supera, según The Sunday Times, la de Carlos III-, y su madre se convirtió en la primera mujer ingeniera de Tata Motors.

Tiempo después Murty se reunió con su familia en Mumbai, donde crecería bajo la educación estricta de su madre: le prohibía ver la televisión y le obligaba a ir a la escuela en un rickshaw (un triciclo utilizado para el transporte de personas o mercancías en el sudeste asiático) al igual que sus compañeros de clase. De ir a la escuela en rickshaw, la heredera de Infosys pasó a coger el avión para estudiar en el Claremont McKenna College, en California, para estudiar economía y francés; después en el Fashion Institute of Design and Merchandising de Los Ángeles y finalmente en Stanford. Fue allí, en una de las universidades más prestigiosas de Estados Unidos, donde conoció a Sunak

Matrimonio con Sunak

A pesar de que el matrimonio no cumplía con el sistema de castas indio, los padres de Murty aceptaron que se casara con el, por aquel entonces, hombre de clase baja hijo de un médico de Southampton, que hoy se prepara para dirigir el país. La boda tuvo lugar en Bengaluru, al sur de la India, en 2009. A la ceremonia asistieron unos 1.000 invitados, entre los que se encontraban políticos, empresarios y jugadores de críquet.

Tras graduarse en Stanford, Akshata Murty se incorporó a un fondo holandés de tecnologías limpias en San Francisco en 2007 como directora de marketing. Tiempo después arrancaría su carrera como emprendedora al fundar su propia marca de moda "Akshata Designs". "Desde que era una niña, siempre me ha gustado la ropa. A mi madre siempre le desconcertó el hecho de que pudiera dedicar tanto tiempo a confeccionar conjuntos frente a mi armario", declaró la diseñadora a Vogue India en 2011. Pero tras tres años de existencia, la empresa se hundió.

Carrera en auge de su marido

Sunak, a pesar de sus orígenes humildes, llegó a formar parte de la élite política y mediática británica y comenzó una carrera como banquero de inversiones en Goldman Sachs. Elegido como diputado en 2015, y luego ascendido a ministro de Economía justo al comienzo de la pandemia de Covid-19, no dudó en abrir las compuertas del dinero público para mantener la economía a flote. Esta actitud de "lo que haga falta" le ha valido una considerable popularidad.

Hoy, con el anuncio del ascenso de su marido hasta el liderazgo de los conservadores, los medios se preguntan si Akshata Murty mantendrá un perfil bajo o, por el contrario, cobrará protagonismo junto a Sunak como lo hizo Carrie Johnson, mujer de Boris Johnson.

Escándalo fiscal por los dividendos de Infosys

Por el momento, Murty se ha enfrentado este año a un escándalo fiscal que pone en cuestión su imagen. Desde 2015, Murthy ha recibido 54,5 millones de libras en dividendos de Infosys. Su condición de nacida india le habría permitido ahorrarse 20 millones de libras en impuestos al tributar fuera del país. En su momento, Sunak la justificó: "Mi mujer nació en la India, se crió allí, y no sería razonable ni justo pedirle que corte los lazos con su país sólo porque está casada conmigo". La situación fue a más cuando The Independent reveló que el ahora primer ministro figuraba entre los beneficiarios de fideicomisos en las Islas Vírgenes Británicas y las Islas Caimán, dos paraísos fiscales.

En medio de la debacle mediática, Murty terminó por anunciar en abril que ya no "reclamaría una bajada de impuestos" y que pasaría a tributar en Reino Unido. "Lo hago porque quiero, no porque me obligue la normativa", dijo.

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