Opinión

Macarena y Yolanda, otro tipo de política

Mientras el debate en la calle va del desorbitado aumento de los precios de alimentos básicos o gasolina, nuestros políticos se retratan solos

  • Santiago Abascal y Macarena Olona -

A la campaña para las elecciones andaluzas que hoy acaba sólo le faltaba un ingrediente final que lleva por nombre el actor y político Toni Cantó además de Fady, la vaca del candidato del PP Juanma Moreno Bonilla, las torrijas de Juan Marín, la defensa de los expresidentes andaluces Manuel Chaves y José Antonio Griñán por parte del ex presidente José Luís Rodríguez Zapatero trayendo al presente la corrupción de los ERES, haciendo con esta alusión flaco favor al candidato Juan Espadas que durante el debate electoral de RTVE no sabía dónde meterse cuando Bonilla le sacaba el pasado de corrupción.

Lo hubiese tenido fácil sacando la corrupción de la Gürtel pero no estuvo hábil. Más perlas han dejado todos en el segundo y último debate en Canal Sur, y al margen de lo anecdótico, parecen olvidar que los andaluces, igual que los catalanes, los sorianos, los murcianos o los asturianos, se las ven y se las desean para llegar a final de mes. Mientras el debate en la calle va del desorbitado aumento de los precios de alimentos básicos o gasolina, nuestros políticos se van retratando solos. Así, Toni Cantó que en una entrevista con Gemma Nierga, en el programa Café de Ideas, suelta su última perla que nos hace pensar, no sin motivo, que podría acabar en Vox por mucho que él esté diciendo que su final está en el PP. Después de tantos giros vitales en su vida pública es normal que periodísticamente se nos ocurra esto cuando defiende la gobernanza de Vox con el PP.

Algo nada usual en política agradecer a otro partido la gestión realizada. Concretamente, el presidente en funciones dijo que “hemos hecho cosas muy interesantes en materia fiscal”

Flaco favor le acaba de hacer al PP y a la buena campaña que lleva en danza Juanma Moreno porque si algo puede defender –junto con Ciudadanos- es gestión abalada por el apoyo de las encuestas. Pero Macarena Olona pisa fuerte y el resultado de Vox no sólo va a condicionar el gobierno de Andalucía sino también va a poder constatar, probablemente, lo que dicen las encuestas y es el declive de C’s por mucho que Juan Marín defienda que un gobierno en San Telmo como hasta ahora. Esta coalición PP-C’s parece destinada a ir a la deriva, por bien que haya funcionado y pese a que también Moreno Bonilla -en el debate electoral de RTVE- agradeciera a C’s, casi a modo de despedida, todo el trabajo que juntos han realizado en materia fiscal, por ejemplo. Algo nada usual en política agradecer a otro partido la gestión realizada. Concretamente, el presidente en funciones dijo que “hemos hecho cosas muy interesantes en materia fiscal”.

Además ha sido un gobierno que no ha dado titulares de acoso y derribo interno, cosa de agradecer, y de lo que no siempre la izquierda puede presumir. Vivimos momentos de cambio, hay partidos que también tienen un tiempo de vida y parece ahora el tiempo de Vox, mal que nos pese, por el retroceso que puede suponer en materia social, de derechos civiles. Aunque las encuestas son encuestas, parece que Andalucía no va a apostar por la continuidad del actual Gobierno y parece también que Macarena Olona, que anda desde el inicio de la campaña pisando fuerte, sin errores para su parroquia, lo que realmente tendrá importancia es comprobar hacia dónde vamos políticamente en España. Es decir, si es a lo que dice Toni Cantó seguro que pronto sale de la Oficina del Español para salir a tomar un café con Abascal y, quién sabe, si apostar por liderar algo con esa formación en Valencia.

Quizás lo que pasa es que echa de menos su papel de actor, un día de malo, otro de bueno, otro de humorista que piensa que en política lo de ir dando bandazos al final suma

De Cantó todo se puede esperar porque un día te vende a Rosa Diaz y UPyD, otro a Albert Rivera con C’s, otro a Isabel Díaz Ayuso uniéndose a las siglas del PP y ahora pinta que a Vox. Quizás lo que pasa es que echa de menos su papel de actor, un día de malo, otro de bueno, otro de humorista que piensa que en política lo de ir dando bandazos al final suma, cuando lo que en realidad lo que hace es generar bastante desconcierto y desencanto. Por lo tanto, Cantó, con sus declaraciones de justificar esos pactos entre PP y Vox, lo único que consigue es alejarse de Vox. Flaco favor le hace al PP dando por hecho que Moreno Bonilla va a sacar un resultado del que necesite a Macarena Olona para constituir el gobierno de San Telmo.

A Vox no le mandan al rincón, dice Olona. Ahora ya nadie se atreve, bien lo han demostrado en Castilla y León. Por mucho que la formación pida que se supriman las CCAA –previstas en la Constitución- al final su mensaje se centra en la actual situación de bolsillos vacíos, estos en los que la ideología pasa a un segundo plano porque primero es poder comer, llegar a final de mes, pagar hipotecas y echar gasolina al auto. Ahora está en juego lo más importante, y ganará quien convenza al electorado de que va a ser capaz de lidiar con esta terrible situación que nos sacude de forma persistente al menos desde la invasión de Ucrania. Son tiempos de dar un golpe en la mesa, lo hace Olona de la misma manera que pretende hacerlo Yolanda Díaz para las próximas generales. Ambas vienen para hacer, aparentemente, otro tipo de política. El domingo los ciudadanos deciden. Cuídense.

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