Existe un efecto Feijóo. Lo detectan todas las encuestas, tanto las públicas como las que manejan de forma interna los partidos. La dirección del PSOE no ignora el impacto positivo que ha tenido para el PP la llegada de Alberto Núñez Feijóo. Pero pide "calma" y "tranquilidad" a sus cuadros. "Esto es muy largo", explican fuentes socialistas consultadas por Vozpópuli. "Y el efecto pasará".
Algunos líderes socialistas venían advirtiendo que Feijóo tiene un perfil muy diferente al de Pablo Casado. Y que Pedro Sánchez lo iba a acusar. "El gallego es capaz de plantearse en La Moncloa con la mano tendida a acuerdos y a ver cómo salimos de ahí", comentaba recientemente en privado un barón territorial.
Feijóo, según explican estas fuentes, vive la típica luna de miel y no sufre de momento desgaste. Pero, en su caso, "tampoco tiene escaño en el Congreso". El presidente del PP dejará la Xunta de Galicia en las próximas semanas. Y baraja la posibilidad de postularse como senador por designación autonómica para poder confrontar con el presidente al menos una vez al mes.
El PSOE, ante Feijóo
A la espera de esa decisión, Sánchez trata de recuperar su imagen por dos vías. La internacional es la más evidente. La visita a Ucrania ha sido un hito para el presidente, que ha multiplicado su apoyo y Volodomir Zelenski aconsejado por el Alto Representante, Josep Borrell.
Por otro, Ferraz busca mantener en la agenda sus críticas al primer gobierno PP-Vox, que se ha formado recientemente en Castilla y León. Sánchez reapareció después de la Semana Santa asegurando que los españoles tienen dos opciones: bien un Gobierno de Feijóo y Santiago Abascal, bien un Gobierno del PSOE con el "espacio de Yolanda Díaz".
Esta polémica no podrá mantenerse eternamente. El PSOE es consciente de que Castilla y León irá desapareciendo poco a poco del mapa nacional, salvo polémicas puntuales. Y Sánchez se preparara para una larga batalla electoral con Feijóo, en la que Andalucía será la siguiente estación. El escenario que el socialismo quiere explotar sigue siendo el de un PP rehén de Vox.
Sin embargo, el dirigente del PP huye de momento de las fotos con Vox. Y ha mostrado sus credenciales ante el PSOE con un plan económico propio y alternativa al decreto del Gobierno para amortiguar el impacto de la guerra. Y lo ha hecho tras reunirse con los sindicatos y la patronal. Una imagen, la del líder del PP con los secretarios Generales de UGT y CCOO, que hacía tiempo que no se veía.
Sánchez, obligado a defenderse
El Gobierno se ha visto forzado a defenderse de las rebajas de impuestos del plan de Feijóo. Y tendrá que hacerlo durante varias jornadas, porque el debate del decreto se celebrará la próxima semana en el Congreso. "Esta vez, el PP está presentando una alternativa, y aunque Feijóo no pueda defenderla en el Congreso, Sánchez ya tiene que defenderse", reconoce un veterano socialista.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha asegurado este jueves que una bajada fiscal del PP "significa un deterioro de los servicios públicos", y ha destacado que, a juicio, en este momento hay "un consenso a nivel europeo de que no es un momento de bajada de impuestos generalizada".
"Creo que es un Gobierno que ha atendido en cualquier momento las circunstancias que se han planteado sin que eso implique un deterioro de los servicios públicos", ha dicho Montero. La ministra ha subrayado que actualmente el Fondo Monetario Internacional "no aconseja en ningún caso una bajada fiscal". "Todo lo contrario, plantean que probablemente hay que hacer un esfuerzo superior por parte de las rentas altas", ha añadido.
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