El Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC), compuesto por 15 grandes compañías y el Instituto de Empresa Familiar (IEF), ha acordado este miércoles proceder al cese de su actividad al considerar que se han cumplido los objetivos para los que se creó dicha asociación hace seis años.
Según explica el CEC en un comunicado, los miembros de este 'think tank' han celebrado este miércoles su última sesión, que ha servido para analizar las perspectivas económicas de España y hacer un balance positivo de los seis años de su actividad y su contribución, desde el terreno de las ideas, a la mejora de la imagen internacional del país y su recuperación económica.
"Seis años después y consolidada la recuperación económica podemos sentirnos satisfechos del trabajo realizado y de haber cumplido los objetivos que motivaron la creación del CEC", ha afirmado el expresidente de Telefónica y presidente de 'lobby', César Alierta, cuyo mandato concluía este mes de febrero.
Asimismo, ha agradecido la contribución de todas las empresas que componen el CEC, de su equipo directivo, especialmente de su director general, Fernando Casado, y la labor de los impulsores, con un recuerdo especial a Isidoro Álvarez, Emilio Botín, José Manuel Lara y Leopoldo Rodés.
"Todos ellos entendieron y nos hicieron entender que la prosperidad individual no es posible sin el crecimiento como país", ha remarcado Alierta, quien ha defendido que el CEC ha facilitado esa visión global "mucho más completa" de la que tenía cada uno de sus miembros en su sector.
En este contexto, ha afirmado que las giras que realizó el CEC, tanto en el ámbito internacional como nacional sirvieron para "insuflar optimismo en torno a la recuperación económica y la vuelta al crecimiento del empleo", en una coyuntura económica en la que se ponía en cuestión la viabilidad económica del país, además de presentar a España como un país de oportunidades para la inversión.
Fin a la crisis
Los últimos informes elaborados por el equipo técnico del CEC prevén que España mantenga en 2017 la tendencia de crecimiento del PIB, que se incrementará alrededor del 2,5%, después de haber subido alrededor del 3% en 2016. En su opinión, este crecimiento permitirá superar los niveles de desarrollo económico previos a la crisis económica que ha sufrido España desde 2008.
En esta línea, también prevé que en 2017 continúe la senda de recuperación del empleo que se ha registrado en los últimos años, creciendo por encima del 2%, lo que supondrá que la tasa de paro siga reduciéndose hasta el 18,2%.
Pese a todo ello, el CEC mantiene sus "recomendaciones fundamentales" a la hora de facilitar que España tenga un escenario económico más positivo del previsto en el medio plazo, que permita reducir sustancialmente la tasa de paro.
Internacionalización y digitalización
En concreto, incide en la importancia de incrementar la internacionalización de las empresas así como su tamaño con el fin de que sean una "palanca para impulsar el crecimiento de las exportaciones y mejorar el funcionamiento del mercado laboral".
Además, aboga por una apuesta clara por la economía del conocimiento, haciendo énfasis en la necesidad de aumentar la inversión en I+D+i y la digitalización de la sociedad; mejorar y modernizar la educación en España a través de una reforma completa y transversal y, finalmente, buscar una política energética más eficiente.
Papel del CEC
El CEC, cuyas empresas suman una facturación conjunta equivalente al 35% del PIB español, se constituyó en febrero de 2011, en plena crisis, como un 'think tank' para aportar propuestas que mejoraran la competitividad, ayudaran a la recuperación económica y fortalecieran la confianza internacional en España.
Sin embargo, la organización llevaba más de un año sin llevar a cabo ninguna iniciativa estratégica y había tenido que cancelar algunas de las últimos reuniones convocadas, manteniendo sólo las de carácter técnico, como las relativas a la aprobación de presupuestos de julio.
De hecho, algunas de las empresas que forman parte del CEC sugirieron a mediados del pasado año la conveniencia de abrir un proceso que permitiera determinar si tenía sentido refundar, reinventar o bien disolver la organización.
La existencia de un grupo de inteligencia respaldado por los servicios de estudios de las principales corporaciones y multinacionales españolas cobró especial sentido en los años más duros de la crisis, cuando la confianza en la economía española se resquebrajaba.
En cambio, con la recuperación de España en marcha, la economía creciendo más del 3% los dos últimos años y creando más de medio millón de empleos al año, parte de los cometidos del CEC se ha desvanecido.
Además, la situación de "impasse" político vivida por el país, con un año sin Gobierno, llevó a la organización a pasar a segundo plano a la espera de que se constituyera un nuevo Ejecutivo, ya que pesó la conveniencia de respetar los tiempos de los políticos y evitar que cualquier iniciativa a implementar pudiera ser malinterpretada.
En este compás de espera, Alierta aceptó continuar al frente del CEC hasta el próximo mes de febrero, cuando concluiría su tercer mandato consecutivo al frente del CEC, que no ha tenido que votar un relevo en su presidencia desde su creación en febrero de 2011, cuando el directivo accedió al cargo, pese a que inicialmente se planteó que la presidencia fuera rotatoria.
Además de Alierta, actualmente los intregrantes de su Consejo son su sucesor en la presidencia de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, Isak Andic (Mango), Ana Botín (Banco Santander), Antonio Brufau (Repsol), José Manuel Entrecanales (Acciona), Isidro Fainé (La Caixa), Dimas Gimeno (El Corte Inglés), Francisco González (BBVA), Antonio Huertas (Mapfre), Pablo Isla (Inditex), José Creuheras (Grupo Planeta), Florentino Pérez (ACS), Rafael del Pino (Ferrovial), Juan Roig (Mercadona) e Ignacio Sánchez Galán (Iberdrola).
Asimismo, representando al IEF se encuentran Simón Pedro Barceló (Grupo Barceló), Javier Moll (Editorial Prensa Ibérica) e Ignacio Osborne (Osborne y Cía). El director de la organización es Fernando Casado.